»Padrastro.« |R.D||S.D.L|© [EDITANDO]

Capitulo 29.

Narra ____.-

Al llegar danna se quedó con la boca abierta al ver el cacho casa de Ruben, bueno ahora mi nueva casa, mientras los del camión bajaban las cosas le enseñe partes de la casa, lo primero mi habitación.

- Donde dormiras - dije

-, Es precioso - respondió

- Lo se - sonrei - traigamos tus cosas -

Bajamos y tomamos algunas cosas más bien las que podíamos, subimos nuevamente y asentamos todo el en suelo, después lo acomodaríamos.

Luego de subir y bajar las escaleras unas 4 veces, cansadas nos acostamos en la cama.

- ¿Quieres ir a la alberca? - dije

- SI! - dijo

Sacó de su pequeña maleta su traje de baño y se cambió. Yo hice lo mismo, claro que espere a que saliese ella del baño.

- Vamos -

Bajamos y nos fuimos por el pasillo que da a la puerta de la alberca.

- Mira este es el gym - dije

- Hay Dios que genial - dijo

Tres días después....

Lleva danna conmigo tres días, la verdad es que nos la pasamos muy pero que muy bien, ella ya conoce a samuel, ayer por la tarde salimos los tres a por un helado, ella como siempre interrogando, samuel respondió a cada pregunta, finalmente lo aceptó.

Habíamos terminando de desayunar, Ruben decidió ir a trabajar más en la tarde, ya que mi madre saldría a comprar algo de ropa y le encargué cosas para el Instituto.

Me quedé con danna, fuimos al gym mientras escuchábamos música hablábamos de cosas, después de sudar nos cambiamos y fuimos a la alberca.

- ¿Como sigues con Ruben? - pregunta

- Bien, no ha pasado nada - sonrei

- sabes, Ruben te mira mucho -

- Lo se, es normal, igual mira mucho a mi madre.. A - interrumpe

- No tonta, te mira de una manera diferente - alza una ceja

Se a lo que danna se refería pero no le iba a decir que Ruben me mira con deseo.

- Ya mejor ni hablemos de Ruben - dije y la salpique de agua.

Nos tirábamos agua una a la otra, las risas y algunos pequeños gritos que acompañaban al juego, danna dejo de tirar agua, me limpie la cara ya que no veía, ella apareció de golpe frente mío y pegue un susto, me tomó del cuello y me hundió, mientras estábamos debajo del agua, la miraba tenía una sonrisa encantadora.

Salimos y me acarició la mejilla, me siento extraña, en esos instantes no la veo como mi mejor amiga.

El brillo de sus ojos, sus labios rojo claro, los miraba y la mire a los ojos note que miraba mis labios, acaricie su mejilla, sin darme cuenta sólo falta un centímetro para unir nuestros labios.

Se acercó y yo sólo cerré los ojos, no pensaba en nada más, como si todo a mi alrededor desaparecía de la faz de la tierra, sólo ella y yo. En ese momento, en esa alberca, juntas.