×2×

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"La... la... la..." ahí estaba yo, rambles, tarareando una canción que solo había escuchado en mis sueños.

"¿En qué piensas?" liebe llegó, él es muy tierno y amable con todos. Sí, amable, esa es la palabra que lo describe. Que es es alguien a quien puedes amar... de nuevo estaba divagando...

"Solo divago" dije mientras lo veía con una sonrisa

Liebe me sonrió, lo cual es normal, el siempre sonríe, es algo apreciable en él.

"Mira el exterior" dijo sin quitar su sonrisa.

Me acerqué a las escaleras.

No quería ver el exterior.

Un desierto infinito, las leyendas de los ancianos cuentan que antes, troken (nuestro planeta) se llamaba tierra y había una inmensa acumulación de agua, que había vida en todo el planeta, que nadie ni nada tenía que refugiarse en el subsuelo.

Tonterías.

Subí las escaleras y abrí la escotilla.

Era arenoso, como siempre, se respiraba con dificultad.

"¿Qué es lo que querías que viera?" pregunté confundida.

"Eso" subió el también y me señaló algo. No parecía arena en absoluto.

"Mmm... iré a ver"

"¡Rambles No!" la última vez que salí casi muero. Debería ponerme mi traje pero ¡la vida es corta!

Mis padres me contaron que los más viejos en nuestro pueblo tenían 40 años.

Salí del refugio 578 el cual era mi hogar.

Camine con dificultad ya que la presión era tal que sentía que mi cuerpo se apretaba.

Por fin pude verlo... una planta.

Tome el ser anamorfico verde entre mis manos y la lleve con mucha dificultad al refugio.

"Bueno... y... ¿Qué opinas de la plantita?"

Abracé a liebe.

"Gracias" dije

Más Allá De La ArenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora