cap 18

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Al despertar, sentí unas manos posarse en mi cintura, me di la vuelta y ví a Daniel, a sus ojos profundos, sonriendo, me acerqué a besarlo y sonó el timbre, él se levantó y mientras yo llamaba a mi mamá para que supiera de mi. Colgué el teléfono y Daniel traía una bandeja, la cogí y él se fue a darse una ducha, cogí una servilleta y ví que había algo en ella, de Sean.
La abrí y había un número, un preservativo y una nota, ésta decía:

Ésta será el arma que utilizaremos para nuestra noche, llámame, espero probarte pronto.
Tu sexy camarero,
Sean

Arrugue la servilleta asqueada y la voté por la ventana, al igual que el preservativo. Seguí comiendo y Daniel salió del baño, entré yo después de terminar de comer y al salir, Daniel estaba solo en boxers y mirando a la puerta del baño
- piensas salir así, o que? - digo poniendo las manos en la cintura, al igual que mi madre - sabes que esos atributos sólo los puedo ver yo - a la vez que hice pucheros
- sólo tú, nadie más, lo sé, quien dijo que saldría así? - sonrió y me besó
Cogió unos pantalones cortos, una playera, unas sandalias que le compré y se las puso, yo me puse un top, un short y sandalias, salimos a caminar, a conocer más de Acapulco.
Llegamos a un parque de atracciones y subimos a casi todo, íbamos caminando cuando ví un oso grandote divino en un estante, Daniel se dio cuenta de que lo miraba y se acercó al vendedor
- hola, que tengo que hacer para ganar ese oso? - dijo señalándolo
- nadie lo ha ganado, menos ustedes - dijo burlón
- no le he preguntado eso, responda a lo que le pregunte
- dispare a esos 5 muñecos que ve ahí - dijo mientras señalaba hacia la pared - estos van a estar en movimiento, tiene 4 minutos
- fácil - dijo Daniel confiado
Y así fue, disparó demasiado rápido para darme cuenta que ya había derrumbado todos los muñecos, el vendedor hizo una mueca y nos entregó el oso, el divino oso.
- gracias bebe - dije y le di un beso, me pegó a él y me cogió de la cintura, nos separamos por falta de respiración y seguimos el camino.
Al regresar al hotel, Sean estaba allí, con una sonrisa mirándome fijamente a mi cuerpo, le dedique una mirada de fastidio y le cambio la cara.
Subimos al cuarto y nos acostamos

Hola
Que tal va?
Besos

¿Y Si Nos Juntamos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora