Cosas por decir

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J- Clara por favor

C- Eso no debería ser al revés

J- (él se rió tenía razón, era extraño que un hombre pida por favor) te lo ruego para

C- Y si no quiero (dijo de una forma muy pervertida)

J- Por el amor de dios, deja de tocarme así o no voy a resistir (cada toqué se estaba volviendo un castigo)

C- Y porque debería de hacerlo si es lo que más deseo..

J- Clara por favor estás jugando con fuego... (se reía, la situación tenía un punto cómico)

C- Y que si me quiero quemar comisario correa

J- Clara por favor

C- Que no te gusta el fuego, a mi me encanta

J- Anselmo no juegues

C- Acaso me tenes miedo

J- Clara

C- No muerdo

J- Lo sé pero me estas torturando

C- A si, mis besos no te gustan es eso

J- No si me encantan pero

C- Entonces shh Correa, calladito son más lindo (dijo mientras acariciaba con su dedo pulgar los labios de él)

Él mantenía los ojos cerrados, mientras ella lo acariciaba, disfrutando de los movimientos cautelosos de ella y se estaba embriagando con su perfume, y el deseo también se estaba apoderando de él, y sintió sus labios sobre los suyos, y la urgencia abrirlos para saborear cada rincón de su boca, sin duda aquel beso era salvaje y solo se corto para que los protagonista recobraran el aliento, pero aquello no sucedió hasta que aquella mordisqueó con suavidad el labio inferior de él, que permanecía ensimismado en el juego que clara había comenzado. Si quería detenerla debería hacerlo ahora porque luego sería demasiado tarde .

Lo besos y caricias siguieron su cauce... pero por suerte o por desgracia Jorge no tuvo que hacerse cargo de poner fin a ese encuentro... De repente la pasión de Clara comenzó a disminuir, así como la intensidad de sus besos... Esto llamo poderosamente la atención de Jorge, quien inmediatamente abrió los ojos para echarle un vistazo a Clara, ¿y cuál fue su sorpresa? Si, Clara se había quedado dormida... Ese mismo alcohol que la había desinhibido, y le había dado un empujoncito para dejarse llevar por aquello que tanto deseaba, también había hecho que su noche no acabara con "y durmieron felices"

Siempre oí por ahí algo de que el alumno se volvió contra el maestro, el hechizo se vuelve contra el hechicero... cualquiera de los dos casos era aplicable a Jorge. El había ayudado a crear a esa Clara de la noche anterior, y su plan se había vuelto su propia contra. Desde un principio lo único que Jorge quiso fue disfrutar la noche con Clara, pero la mujer decidida, audaz, provocativa, la que lleva la posta, la que no tenía miedo a nada, esa mujer "producto" de unas cuantas copas de vino casi se lo hizo imposible... Sólo Jorge sabía lo duro que fue ver ese día a Clara vestida de civil, y no olvidar que es "una religiosa"... Julia se lo había puesto difícil al obligar su mamá a ir sin el hábito. El hecho de que eso que tanto deseaba fuera casi real había sido su tortura, el no podía negar que extrañaba sus besos, que quería hacerle el amor y hacerla suya otra vez, amarla como hace veinte años hacían... no podía permitir que aquello sucediera con una clara que quería pero que seguramente al día siguiente se arrepentiría de todo, y eso no lo soportaría... por suerte para él, otra vez fue la propia Clara la que puso fin al encuentro.

Causalidades-JorlaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora