Amor Yaoi (Mundo Naruto)

Nuestra noche. ItaDei

Sus labios temblorosos se rosavan suavemente, uno contra el otro sintiendo el aliento del contrario, la temperatura se había elevado dentro de aquella habitación, podía sentir su rostro arder, aunque afuera había una gran tormenta que golpeaba los vidrios, en aquel pequeño lugar todo era diferente, los suspiros y muestras de cariño no paraban, por parte del mayor.

Un Rubio tembloroso sucumbía ante las caricias del más alto de cabellos negros. De poco a poco el más alto termino tumbando a su compañero rubio, sobre aquel sofá, llenándolo de besos y caricias suaves que pensó que jamás podría dar.
Besaba su cuello y acariciaba sutilmente su espalda mientras el menor colocaba con nervios sus manos sobre su pecho.

Realmente estaba más que cautivado por aquel ser rubio de piel blanca y carácter explosivo, desde que lo vio en la universidad lo supo tenía que ser suyo, sin importar la diferencias de edades, ni que fueran maestro y alumno,  ¡Tenía que tenerlo! Era un necesidad brutal que no comprendía después de todo nunca antes había tenido tal necesidad por alguien, pero tampoco quería lastimarlo o asustarlo en aquel acto, perdiéndolo para siempre, era capaz de pegarse un tiro si eso pasara. La sola idea de que él se fuera de su lado le aterraba completamente.

- Itachi...- Apenas hablo tembloroso su compañero, era obvio que había tomado de más, pero aun así estaba consciente de que no quería que el moreno se detuviera. – yo... - fue silenciado por un par de dedos que seposaron suavemente sobre sus labios, haciendolo callar.

- Tranquilo mi niño no pasara nada que no quieres que pase – Suelta, en un tono cargado de sensualidad y deseo, aquella voz era realmente hermosa ante los oídos de sus estudiante. – me detendré sí lo deseas – Sonrió de una manera, algo perversa y seductora haciendo que  su joven alumno, se sonrojara de sobre manera y al mismo tiempo todas sus dudas y miedos, terminaran  por irse.

- Si yo... Quiero estar contigo –Dice sintiendo su cara arder de vergüenza, pero no solo su cara, todo su cuerpo lo puedia sentir caliente.

Itachi sonrió complacido y un poco más seguro que antes para poder besarlo, tomo sus labios entre los suyos, iniciando con un beso suave y delicado para comenzar abesarlo aún más apasionadamente.

Aquellos besos, esas caricias, aquellas emociones que había estado conteniendo, estaban ahí despiertas en esos momentos, listas para salir por completo.

- Tranquilo. – Soltó entre besos en un tono cargado de excitación ya que quizás él estaba peor que su alumno. Pero sorprendió al menor al besar su frente para calmarlo – Lo me nos que quiero es hacerte daño.

Itachi nunca antes se había fijado en un hombre de manera sexual o romántica, toda su vida creció sin sentir interés en lo romántico o el sexo, las mujeres eran muy lindas sí pero no le llaman tanto la atención, llego a pensar que ninguna era la indicada como para compartir su vida, claro había tenido una que otra aventura por ahí pero nada serio, simples fugas de necesidades mortales, como él las llamaba. Pero desde que vio a ese rubio llegar a su salón de clases, era como si el mismo sol hubiera entrado en su vida. Deidara era tan diferente a todas las personas que había conocido en su vida. Tan brillante, tan fuerte, tan rebelde y sobre todo tan hermoso. Muchos habían confundido al rubio con una mujer en los primeros días cosa que irritaba al joven, pero Itachi no lo confundió, sabía perfectamente que su alumno era un chico, ¿Qué idiota podría confundir a un hombre hermoso, con uno afeminado? Al parecer muchos, demostrando que les faltaba clase y cultura, para saber distinguir uno de otro.