ataque de Mortifagos

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Harry no llegaría a saber a ciencia cierta si se había dormido o no ( sus fantasias de que destruía a Krum y se casaba con Hermione y tenian 3 hijo podrían muy bien haberñ acabado siendo auténticos sueños ); lo único que supo fue que, de repente, el
señor Weasley estaba gritando.

-¡Levantaos! ¡Ron, Harry... deprisa, levantaos, es urgente!

Harry se incorporó de un salto y se golpeó la cabeza con la lona del techo.
-¿Qué pasa? -preguntó.
Intuyó que algo malo ocurría, porque los ruidos del campamento parecían
distintos. Los cánticos habían cesado. Se oían gritos, y gente que corría.

Bajó de la litera y cogió su ropa, pero el señor Weasley, que se había puesto los vaqueros sobre el pijama, le dijo:

-No hay tiempo, Harry... Coge sólo tu chaqueta y sal... ¡rápido!
Harry obedeció y salió a toda prisa de la tienda, delante de Ron.

A la luz de los escasos fuegos que aún ardían, pudo ver a gente que corría hacia el bosque, huyendo de algo que se acercaba detrás, por el campo, algo  que emitía extraños destellos de luz y hacía un ruido como de disparos de
pistola. Llegaban hasta ellos abucheos escandalosos, carcajadas estridentes y
gritos de borrachos. A continuación, apareció una fuerte luz de color verde que iluminó la escena.
A través del campo marchaba una multitud de magos, que iban muy
apretados y se movían todos juntos apuntando hacia arriba con las varitas.

Harry entornó los ojos para distinguirlos mejor. Parecía que no tuvieran rostro,  pero luego comprendió que iban tapados con capuchas y máscaras. Por encima de ellos, en lo alto, flotando en medio del aire, había cuatro figuras que  se debatían y contorsionaban adoptando formas grotescas. Era como si los
magos enmascarados que iban por el campo fueran titiriteros y los que flotaban en el aire fueran sus marionetas, manejadas mediante hilos invisibles que
surgían de las varitas. Dos de las figuras eran muy pequeñas.
Al grupo se iban juntando otros magos, que reían y apuntaban también con  sus varitas a las figuras del aire. La marcha de la multitud arrollaba las tiendas
de campaña. En una o dos ocasiones, Harry vio a alguno de los que marchaban destruir con un rayo originado en su varita alguna tienda que le
estorbaba el paso. Varias se prendieron. El griterío iba en aumento.
Las personas que flotaban en el aire resultaron repentinamente iluminadas al pasar por encima de una tienda de campaña que estaba en llamas, y Harry reconoció a una de ellas: era el señor Roberts, el gerente del cámping. Los otros tres bien podían ser su mujer y sus hijos. Con la varita, uno de los de la
multitud hizo girar a la señora Roberts hasta que quedó cabeza abajo: su camisón cayó entonces para revelar unas grandes bragas. Ella hizo lo que pudo para taparse mientras la multitud, abajo, chillaba y abucheaba
alegremente Ginny y Hermione con el reños Weasley detras llegaron a toda prisa, poniéndose la bata sobre el camisón aunque ese no era el momento apropiado Harry no pudo evitar mirarla de arriba a bajo hacendo que Hermine se sonrojara  y Ginny le lanzara una mirada fulminanta a Herms y una coqueta a el . Al mismo tiempo salieron de la tienda  de los chicos Bill, Charlie y Percy, completamente vestidos, arremangados y con las varitas en la mano.
-Vamos a ayudar al Ministerio -gritó el señor Weasley por encima de todo aquel ruido, arremangándose él también-. Vosotros id al bosque, y no os separéis. ¡Cuando hayamos solucionado esto iré a buscaros!
Bill, Charlie y Percy precipitaron al encuentro de la multitud. El señor Weasley corrió tras ellos. Desde todos los puntos, los magos del Ministerio se dirigían a la fuente del problema.
-Vamos -dijo Fred, cogiendo a Ginny de la mano y tirando de ella hacia el bosque.

Harry, Ron, Hermione y George los siguieron. Al llegar a los primeros árboles volvieron la vista atrás. La multitud seguía creciendo. Distinguieron a

los magos del Ministerio, que intentaban introducirse por entre el numeroso

grupo para llegar hasta los encapuchados que iban en el centro: les estaba

Rompiendo reglas 2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora