5 años, 5 años han pasado y aún nadie sabe nada de él. Tras ir a la guerra, Jason quedó inlocalizable. _____ intentó miles de veces poder contactarse con él pero parecía como si hubiera desaparecido de la faz de la tierra. Ella aún seguía haciendo sus famosas tartaletas de frutillas por si algún día el volvía de sorpresa. Ya nadie esperaba nada, nadie tenía esperanza excepto _____, ella no se iba ha rendir fácilmente, iba ha luchar con uñas y dientes hasta localizarle. Era su novio y lo amaba, no podía simplemente mirar hacia otro lado.
Hoy, víspera de navidad, tenía que abrir su pastelería como todos los años. La gente del pueblo amaba sus deliciosas obras de arte, pero sobretodo destacaban las tartaletas de frutilla. Siempre que abría la tienda se llenaba hasta arriba de tanta hambre que la gente padecía.
Subió la rejilla y abrio la pequeña puerta de cristal, miró alrededor de toda la tienda y suspiró con nostalgia, todos los años durante la semana navideña Jason la acompañaba a la tienda y le ayudaba ha hacer todas las recetas pasteleras, también ayudaba atendiendo y limpiando. Eran las fechas que _____ más amaba porque pasaban muchísimo tiempo juntos.
Miró el reloj colocado en lo alto de la pared, marcaba las 5:30am, hora perfecta para hacer los postres. Caminó a la cocina y cogió su delantal.
Flashback.
—Cariño, no puedes mancharte tanto en la pasteleria, dejas sucia toda la casa y la tienda y todo. -Acarició sus mejillas sonriendo lijeramente y lamiendo el chocolate que reposaba en el labio inferior de ella. —Asi que lo estuve pensando y ya que tu no lo quieres comprar, te lo compraré yo.
Giró su cuerpo agarrando una caja a sus espaldas y la puso en frente de ella.
—Aquí tienes amor. -Jason sonrió y _____ abrió la caja descubriendo dos delantales hermosos.
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—Compré dos porque a partir de ahora cada vez que pueda iré contigo a la pastelería para ayudarte.
_____ se había emocionado inevitablemente, él era tan tierno con ella, tan atento.
—Muchísimas gracias amor, eres el mejor del mundo. -Murmuró en sus labios colocando sus brazos al rededor de su cuello, acabando en un beso intenso.
Fin del flashback
Movió su cabeza quitando esos recuerdos de su mente y miró todos los estantes que había en el almacén de la tienda. Cogió todos los ingredientes suficientes y comenzó a cocinar mientras tarareaba una canción. Se le pasaban las mañanas volando, como si el tiempo fuera mas rápido de lo normal y eso se debía a que ella amaba su trabajo, amaba cocinar y poder ver la cara de satisfacción de sus clientes. Se sentía plena haciéndolo.
