Fue un 3 de diciembre de 1997 el día que abrió sus ojos
Y fue el 29 de noviembre de un año que no recuerdan
Sus cansadas memorias, el día que le perdió
La anciana miraba a la nada, al horizonte tal vez
El sol brillaba, como queriendo lucir una vez más
Su hermosa belleza antes de morir.
Besó el mar y se apagó.
Fue aquel 29 de noviembre, día en que Teresa Sibaja
Perdió su amor propio
Aquella fatídica fecha quedó marcada en la arena...Caminaba por aquella húmeda y fría arena, mientras escuchaba al mar
Exhorta en sus pensamientos caminó como autómata
Sus pies descalzos sólo andaban sin parar
Se perdió en un enjambre de sombras que la abrazaron con amor
Quizá, con poco de impaciencia también
Siguió caminando presa de las oscuras siluetas
Teresa Sibaja amó con locura en aquellos tiempos
Pero en ese momento... no era más que un despojo de la tierraNadie sabe que fue de ella, porque ni rastro dejó
Sólo un guardapelo sin fotografía tirado en la arena quedó
No hay explicación sobre cómo el mar no se lo llevó
El collar quedó ahí, queriendo ser encontrado
Para ver si alguien recuerda quién fue aquella mujer
Mujer olvidada, rezagada y guardada
Que ni siquiera ella mismo recordó quién fue, qué fue.
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Una cucharada de olvido
PoetryUna cucharada de olvido, otra de mar Una pizca de sal y otra de ojalá no te pueda recordar.