Capitulo 59

1.9K 100 0
                                    



—Esta es...— me indico la puerta marcada con el 218 —Estaré abajo con los demás— me aviso antes de caminar por el pasillo por el cual habíamos venido.
Di dos golpes en la puerta esperando una respuesta y asi fue.
—No hay nadie...— dios, su voz me hizo estremecer y después reír
—Entonces volveré más tarde...— escuche la pequeña carcajada de Nathan.
—Pasa hermosa...— es más que obvio que entraría.

Entre a la habitación, las paredes eran blancas decoradas con un par de líneas azules de diferente tono.

Sentí como mi corazón se estrujo al verlo, su rostro tenia moretones y raspones, su brazo izquierdo enyesado reposaba en su estomago. Pero su sonrisa seguía siendo la perfección misma. No pude evitarlo y un par de lágrimas rodaron por mi mejilla. Me acerque a él y tome su mano.
— ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? ¿Necesitas algo? ¿Cómo te sientes?— pregunte con un nudo en mi garganta
—Bien, algo adolorido, a ti y bien— contesto cada una de mis preguntas sin quitar esa sonrisa —Ven...— se movió hacia un lado para hacerme un lugar en la cama, pero note su gesto de dolor
—Amor no te muevas si te lastimas...— le dije pero me ignoro y comoquiera se movió
—Ven...— repitió y reí. Me acomode con suma delicadeza a un lado de él. Señalo su pecho con su mano no lastimada. Indicándome que me recostara ahí. Pero yo temía lastimarlo. Pero ante su insistencia me recosté en su pecho escuchando el perfecto palpitar de su corazón.
—Nos diste un susto terrible — le dije abrazándolo
—Lo siento...— soltó una pequeña risa —Fue culpa del estúpido que paso el rojo— levante mi cabeza para poder verlo a los ojos
—Te amo Nathan...— di un suave beso en sus labios
—Te amo (tunombre) — tomo mi barbilla para atraerme de nuevo a sus labios

Estuvimos platicando por horas, le conté que ya todos se habían enterado, de que Ana había roto la promesa que le había hecho a él, pero como quiera dijo que la llevaría por el helado. Le conté lo de que Jess y su enojo en contra de Alex.
—Estoy inconsciente por unas horas y me pierdo de todo.
— ¿Unas horas?— reí —Amor fue un día completo...— se unió a mis risas
—(tunombre) — su rostro se puso serio de un momento a otro, no puedo mentir. Llegue a sentir un poco de temor, era extraño que la sonrisa desapareciera de esa forma de su rostro
— ¿Si?— pregunte tratando de controlar todo mi sistema nervioso
—No quiero separarme jamás de ti...— acaricio mi mejilla con ternura —

||EL NIÑERO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora