Cuando el taxista bajó las maletas y ambas entraron a la recepción del hotel Lauren volvió a sentirse nerviosa, si bien no había cruzado más palabras con Camila, la sola presencia de ella a su lado volvía a tensar todo su cuerpo.
- Pensé que conocías Nueva York... - Quiso amenizar la situación la morena.
- Ya no vivo aquí hace casi 5 años, nunca compré un piso aquí. – Dijo elevando los hombros levemente.
- Sí bueno... - No supo que responder.
Ambas hicieron el ingreso al hotel, Camila tenía una habitación en la tercera planta y ella en la sexta, lo cual la hizo sentir aliviada, si tenía impulsos de verla durante la noche, era más difícil, y quizás se diera la cabeza contra el metal en el elevador antes de llegar a llamar a la puerta de la morena.
La situación en el elevador no mejoró, el silencio fue incómodo, y Lauren no sabía hacia dónde mirar, por lo cual optó sólo en mirar fijamente la puerta del elevador, cuando ésta se abrió en la tercera planta, sintió a Camila sujetar la maleta para salir.
- Gracias, me has salvado para tener donde dormir. – Dijo con una leve sonrisa la cirujana.
- De nada, yo... Buenas noches.
- Buenas noches.
...
Camila estaba secando su cabello luego de aquella ducha con agua caliente que tanto había necesitado, el día siguiente lo tenía libre, por lo cual le apetecía salir a conocer un poco la ciudad, y ya luego desde el miércoles comenzaba con la conferencia que sería en el Park Hospital.
Aún llovía fuerte afuera, pero la calefacción funcionaba a la perfección, y con la cena que había tomado antes del vuelo se sentía bastante a gusto... Sin embargo los ojos de la cirujana volvieron a sus recuerdos, y ella se encogió un poco en la cama matrimonial de su habitación, parecía que todo había ido tan rápido, parecía increíble que aun siguiera siendo, casi técnicamente, el mismo día en que Lauren le había dicho que ya no quería hablar con ella nunca más, sin embargo, ahí estaban, en el mismo hotel, a unas plantas de diferencias.
Cuando estaba casi cayendo en el sueño profundo pudo sentir como alguien llamaba a su puerta, el cansancio le impidió abrir rápidamente los ojos, y le costó enfocar para darse cuenta que eran casi las 2 AM, se colocó un abrigo, las converse y abrió la puerta.
...
Al parecer su cabeza no había golpeado demasiado el metal del elevador para impedir que sus pies llegaran finalmente a la habitación de Camila, ella estaba con el pijama, aquel abrigo y las mejillas rosadas seguramente por la calefacción.
- Lauren... - Dijo confusa Camila.
Pero ella no habló, solo tomo una de sus manos e hizo que ambas pudieran entrar a la habitación.
- ¿Estás bien? – Volvió hablar la morena.
Y Lauren volvió a no responder, para dejar ambas manos a ambos lados de la cara de la cardióloga.
- Lo siento, lo siento... - Dijo lentamente. – Siento haberme comportado como la mierda contigo, siento haber dudado de ti y de nuestra confianza, siento haberte dicho que ya no quería hablar contigo nunca más... Y siento no haber sido valiente para tener algo contigo. – Miró directamente hasta el fondo de los ojos de la morena.
Ninguna habló, Camila intentó retener una lágrima que deseaba salir, y sintió sus manos temblar buscando los hombros de la cirujana.
- Quédate ésta noche conmigo. – Dijo la morena cerrando los ojos al contacto entre ambas.
- Mañana tengo una cirugía temprano, pero me puedo ir temprano sin despertarte. – Dijo Lauren calmadamente.
Camila frunció el ceño, ¿Una cirugía? ¿Lauren había viajado para hacer una cirugía?...
- Camila, después te explico, ¿Puedes simplemente besarme? – Dijo Lauren llamando su atención.
Sonrió, no importaba que mañana al despertar doliera que Lauren no estuviera a su lado, no importaba que Lauren no hubiera dicho que ahora iba a luchar por ambas, no importaba que aquella chica estuviera volviendo su mundo al revés, pero mierda, que bien se sentía cuando la besaba, que bien se sentía su cuerpo contra el de ella, que bien se sentía cuando las manos de la cirujana tocaban su cuerpo.
Lauren fue quien la besó, sin mucha delicadeza, como solían ser el comienzo de casi todos sus besos, pero le encantaba aquello, no era rudeza, no era que la cirujana lo hiciera a propósito, era simplemente la urgencia del tacto, las ganas.
El beso se alargó lo suficiente hasta que ambas cayeron enredadas a la cama, Lauren había arrancado rápidamente su abrigo y la parte de arriba del pijama, dejando a la vista la desnudez de la morena, mientras ella conseguía sacar al sueter de la ojiverde y la camisa junto al sujetador.
- Eres hermosa, hermosa, hermosa. – Dijo susurrando Lauren antes de besar uno de sus pechos.
Camila gimió levemente, y con los brazos intentó que Lauren se sacara los pantalones, pero la cirujana estaba tan concentrada dándole atenciones a sus pechos que parecía imposible lograr que la cirujana quedara desnuda.
- Lauren, quítate la ropa, por favor, quiero sentir tu piel. – Dijo Camila mientras con una mano intentaba obtener la atención de la cirujana.
Lauren salió de la cama, y se sacó sin prisas las botas, el cinturón, los pantalones, y el bóxer negro. Camila se mordió los labios detallando la acción, con la lluvia fuerte de fondo y viendo como Lauren tenía la respiración agitada y el pelo desordenado.
- Quiero que me lo hagas toda la noche. – Dijo Camila.
- Todo lo que tú quieras. – Respondió Lauren al colocarse nuevamente sobre ella en la cama.
Camila sintió como Lauren encajaba su cadera con la de ella, y pudo sentir directamente su sexo contra el de Lauren, lo cual hizo que sus uñas se enterraran en la espalda de la ojiverde.
- Estás tan húmeda, joder... - Objetivó Lauren.
Su respuesta fue comenzar aquella fricción entre ambos cuerpos, lo cual hizo que Lauren soltara un gran gemido que intentó sofocar con besos en el cuello de la morena.
Se sentía tan bien, tan placentero, el cuerpo de ella sobre el suyo, las embestidas de Lauren, y los besos de ella en su cuello.
Todo se puso aún mejor cuando sintió como la cirujana entraba en ella con dos dedos firmes, lo cual hizo que su boca se abriera buscando los labios de la ojiverde.
La velocidad aumentó, y sus uñas se enterraron aún más en la nívea espalda de la cirujana, los gemidos de ambas aumentaron en frecuencia y Camila dejó su frente apoyada en la de Lauren, intentando que ambas miradas se conectaran.
- No cierres los ojos, quiero verte acabar. – Dijo Lauren con dificultad.
Intentó lograrlo, pero faltaba poco para que ella llegara al orgasmo, y sus parpados se cerraban tan fuertes como las embestidas de Lauren y su espalda se tensaba, su piel estaba a la misma temperatura que la de Lauren.
- Lauren... - Apretó sus manos contra la piel de cirujana.
Y lo sintió, llegó al orgasmo, su espalda estaba arqueada, y sintió como las piernas se destensaban, la respiración agitada de ambas, y como Lauren en solo unos segundos también llegó el orgasmo contra la piel de su cuello.
Lauren se apartó para poder regularizar su respiración, y subió el edredón para ambas.
- ¿Toda la noche? – Susurró Lauren en el oído de la morena.
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Hey muchas gracias a todos los que leen la historia, que dejan votos y comentarios.
Espero que sigan disfrutando la historia, tanto como yo disfruto en compartirla con ustedes :)
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Latidos. (CAMREN)
FanfictionCamila es la cardióloga del Hospital General de Chicago, donde su vida se verá llena de cambios desde que llega la nueva cirujana cardiovascular, Lauren. ¿Qué podría resultar de una combinación tan potente? Historia original, escrita por Sidwaay. Q...