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Narra Lucy

Al parecer Tauro, bueno al menos esta Tauro odia a su amo nuevo, ya que si fuera el Tauro que yo conozco... Mire de reojo a Rogue quien se encontraba en tipo depresión en el suelo a lo que solté una pequeña risita.

-Tauro, ese chico al que acabas de asustar es tu dueño, aunque no lo aceptes-Dije mientras le bajaba la mano en la cual traía el hacha con la que asusto a Rogue.

Después de haber dicho eso, la castaña soltó un bufido molesta y se levantó para colocarse enfrente de Rogue, el cual se levantó a toda prisa al verla enfrente de él.

-Bien al parecer si eres mi dueño-comento Tauro tratando de sonreír pero se miraba como si la estuvieran obligando-Soy Tauro, llámame cuando necesites de mi ayuda. Pero nunca me toques ni un poco-pidió con cara de asco, no le caía bien Rogue, porque?

-Está bien... Tauro. Porque no te caigo bien, es decir, es la primera vez que me vez-pregunto confundido Rogue mientras observaba con detenimiento a los gestos de Tauro.

-Odio a los hombres-contesto rápidamente como si fuera lo más normal del mundo para luego dar un paso atrás dando a entender que realmente si los odiaba.

-Ohhh eso lo explica todo, a decir verdad... Sí que son un poco raros todos...-comente mirándolos a lo que me reí-Aunque bueno, mis espíritus no eran la excepción también-sonreí al recordarlos a lo que se me quedaron viendo ellos.

-Bueno si no hay que pueda hacer, pues me retiro-dijo Tauro desapareciendo sin decir alguna cosa más.

Realmente todo lo que hicimos en todo el día de "Entrenamiento" para Rogue fue que pudiera hacer su poder más fuerte, algo que alguna vez me enseño Capricornio... Decidí dejar unos días a Rogue solo para que pudiera entrenar y me fui a rentar un departamento, aparte me gustaba la idea de vivir sola otra vez. Había rentado algo que me encanto, de hecho no fue en si un departamento, fue más bien una cabaña un poco a las afueras de la cuidad. La dueña de tal cabaña me había dicho que casi no la rentaban, así que me la dejo a un precio muy económico, y era muy linda a decir verdad. Por adentro era bastante a cogedora y grande, las paredes eran color café era el diseño de la madera, el piso era completamente negro opaco dándole un estilo elegante, había muebles rústicos bastantes lindos, y la cabaña era de dos pisos, era más bien como una casa, tenía todo.

Deje las mis cosas en la mi habitación, para ir a la cocina luego preparar una taza de café la cual estuvo lista en unos instantes y fui a sentarme un sillón que estaba cerca de una ventana, genial, estaba lloviendo. La cabaña me relajaba bastante, no había ni un solo ruido solo la lluvia que me adormecía.

-Señorita Lu, cuanto tiempo...-saludo apareciendo a mi lado Can sonriendo. A lo que me sorprendí al verle.

-Vaya, me haz asustado. Can, que pasa?-pregunte mirándolo como se recargaba en la ventana para que concentrara mi atención el, cosa que hice y el agradeció con una sonrisa.

-Vine a decirle que debe entrenar con aquel chico una vez que ya tengan a todos reunidos-contesto mirando de reojo la lluvia para mirarme serio.

-Para qué? Ohh bueno Andrómeda me menciono algo parecido...-pregunte mirándolo a lo que le solo se quedó callado dándome a entender que no iba a responder, genial.

-Disfrute de sus pequeñas vacaciones en esta cabaña, por cierto mañana visitara nuestro mundo, recuerda que esto es como si nosotros fuéramos espíritus? Nos vemos-Comento Can sonriendo volteándose para luego desaparecer dejándome sin oportunidad de cuestionarle.

A su mundo, mirare a todos las sombras?

Hola, bueno no fui del todo puntual pero cumplí. Espero que les haya gustado, no olviden comentar, votar y seguirme. 


Mysterious Magic [Editando]Where stories live. Discover now