Narra Hailey.
Justin y yo hemos estado pasando una semana de maravilla, no puedo negar que me hace sentir algo mas allá de una simple amistad, era divertido y me hacia escapar de la realidad, pasaba todo el día pegado a mi haciéndome reír o simplemente mirándome y dándome cariños.
Si no hubiese sido tan imbécil la vez que lo intentamos, podría decirse que yo estaría encanta de intentarlo con el pero no se que es lo que el siente por mi en estos momentos, espero que este sintiendo lo mismo que yo por que seria algo mágico.
Lo tengo en este mismo momento recostado a mi lado, el boca abajo y yo mirando el techo de la habitación, estaba apoyado sobre sus codos y lo único que hace es mirarme con esos ojitos mieles, los mas lindos que he visto en toda mi vida, podían existir ojos de muchos colores pero a mi solo me gustaban unos y era los de el, quizás no eran azules o verdes pero me expresaban miles de sentimientos, eran profundos y era lo que me enamoraba.
-Hails- susurro
-¿que pasa Jus?- dije de la misma manera.
-eres hermosa- era normal para mi que Justin me dijera algo así, pero ahora, en este mismo instante mi pulso se acelero y mi corazón comenzó a latir mas rápido, es la situación su voz ronca susurrando me hace poner nerviosa de alguna manera.
- Tu también lo eres cariño- susurre en respuesta.
- ¿También soy hermosa?- dijo en tono divertido, lo que me hizo soltar una pequeña risa, asentí.
-Sip- dije sonriendole mientras nos mirábamos a los ojos, era un momento especial, los susurros , las miradas y las palabras.
- Sabes que te quiero mucho ¿cierto?- su comentario hizo que me diera un pequeño escalofrío que me recorrió de pies a cabeza, sin saber que decir por segunda vez, asentí.
-pero no te quiero como un amigo quiere a una amiga Hails, te quiero como un novio quiere a una novia por que quisiera que sintieras lo mismo por mi, por que se que fui un idiota pero necesito que me des una oportunidad. Me gustas Hailey. - sus palabras me hicieron volar hacia la luna pero su mano en mi cara y su aliento chocando contra mis labios me hicieron reaccionar.
Pase mi brazo por su cuello y lo atraje hacia mi, acortando la distancia que nos separaba... volví a sentir sus labios sobre los míos, esos labios que aun no olvidaba, poco a poco comenzaba a ponerse sobre mi, mis piernas al costado de sus caderas, mis brazos alrededor de su cuello, una de sus manos apoyadas en la cama tratando de no poder todo su peso en mi, mientras que la otra me acariciaba la cintura desnuda gracias a mi corta camiseta y lo mas importante mis labios saboreando los suyos mientras nuestras lenguas comenzaban un dulce vaivén.