Take a Friend

—¿Por qué yo? —preguntó de pronto.

Frente al espejo, iba emparejándose la barba. El chico le había señalado que le gustaba y que quería que la conserve porque era "parte de su estilo", pero tampoco iba a permitir que le crezca demasiado. Alzó la vista y lo vio en el reflejo, detrás de él.

Su cuerpo entero reposaba sobre el borde de la puerta; tenía una pierna cruzada sobre la otra y el cabello enmarañado debido a la actividad nocturna. Sus dedos luchaban por ponerlo en orden, pero solo conseguía empeorarlo. Logan comprendió que aún tenía sueño porque no iba de un lado a otro de la habitación como una ráfaga. Simplemente estaba ahí, parpadeando y frotándose los ojos. Un bostezo le confirmó sus sospechas.

—¿Por qué, qué? —dijo él, despreocupado. Desistió de intentarlo con sus dedos y se acercó al anaquel que había sobre el inodoro para sacar un peine—. Oye, no solo tú quieres usar el baño y no quiero ir a otro. Apresúrate.

Comprendió también que, debido al sueño, su natural perspicacia no estaba del todo despierta, porque de lo contrario le habría entendido a la primera. Pero no quería repetirle la pregunta, porque el formularla había surgido de un impulso repentino. La influencia de Peter, pensó.

El chico, al no recibir respuesta, frunció el ceño y se le quedó mirando a la espera. Logan insistió en no decir nada, forzándolo a que se esmere en recordar y, sobre todo, a que despierte y avive los sentidos de una vez por todas.

—Porque no eres como los demás —respondió con una sonrisa, echándole pasta dental a su cepillo—. Porque no juzgas nada de correcto o incorrecto. Al menos no lo que hago. No me lo echas en cara. Puedes gruñir y rabiar, pero nunca me juzgas. Es como si supieras por qué hago lo que hago.

Logan colocó la hoja de afeitar sobre el lavabo y lo miró a los ojos, porque no esperaba ese tipo de respuesta. El chico nunca terminaría de sorprenderle.

—No quiero para mí a alguien que se la pase regañándome —rió—. Me regañan por la mitad de las cosas que hago en el día; por la otra mitad me regaño yo mismo. —Y se metió el cepillo a la boca—. Quiero a alguien que sea como un amigo.

Peter terminó de asearse los dientes, se mojó la cara y tomó la toalla para secarse. Logan quedó detrás, observándole.

Era tan joven.

Una vez listo, se dispuso a correr a la habitación para cambiarse el pijama. Antes de iniciar la carrera, Logan lo frenó tomando su brazo y lo arrinconó contra la pared.

Peter le estaba contagiando lo impulsivo. Definitivamente.

—Solo iba a vestirme, viejo —rió halagado. Porque eran contadas las veces que Logan tomaba la iniciativa—. No voy a irme. No sufras.

Él solo le abrazó, y Peter le correspondió.

Su sinceridad era a veces tan ingenua, y a la vez tan brutal.

N.A: El título del fic es una canción de Rush.

Espero les haya gustado.

Gracias por leer.