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Castiel :
Aquí va la razón número 15:
Amas a tu perro.
No me gustan mucho, sinceramente prefiero cualquier otro animal. Pero esto es distinto.
Yo odio a los perros, pero tú los amas, o por lo menos al tuyo.
Me acuerdo la primera vez que lo vi. Fue horrible.
Estaba en el parque, con la mejor de las tranquilidades.
Leía un libro bajo la sombra de un árbol.
No fue hace mucho, pero lo suficiente para que no lo recuerdes.
Estaba por la mejor parte cuando sentí una lengua de tamaño descomunal lamerme la cara.
Hizo que mi libro se cayera al suelo y perdiera la página, pero lo peor es que estaba todo lleno de baba de perro.
Luego llegaste tú y quise matarlos a ambos, pero me contuve.
Y recuerdo que ese día me di cuenta de, justamente, la décima quinta razón por la que te amo.
Estuviese todo el día jugando con tu perro, ignoraste a todas las chicas que se te acercaron, solo atendiste a las necesidades de Demonio.
Dejaste que te lamiera y encima lo defendiste cuando otras personas se quejaron de él.
Lo llevas sin correa, lo que dice que le tienes suficiente confianza.
Y a pesar de que lo dejas libre él siempre vuelve a ti. Lo que quiere decir que te ama tanto como tú a él.
Quisiera que alguien me amara de esa forma. O de cualquier forma.
Solo tengo un familiar que se preocupa por mí, ni siquiera mis padres lo hacen.
Dejo de agobiarte con mi vida personal, que supongo no te interesa.
Anónimo.

Mis razones para amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora