Aún recuerdo como todo comenzó, una tarde de junio, era mi cumpleaños número 19, jamás me imagine que lo celebraría, en el infierno y no con mi familia, si así como acabaron de leer "El infierno" ese lugar de eterna tortura, y fuego que consumiría totalmente tus huesos en un abrir y cerrar de ojos, de ese infierno hablo, ¿Qué cómo llegue a ese sitio?, hay varias forma de llegar, el lograr entrar a este lugar no es complicado lo realmente tedioso y difícil es llegar a salir, aunque con los medios adecuados podrían darse un tour guiado. Creo que nos hemos desviado del tema principal, bueno estaba esperando el transporte hacia mi casa, cuando una silueta de una chica a lo lejos me distrajo de mi objetivo, la estaban rodeando varios tipos, y realmente no parecía que fueran solamente a abrazarla y alejarse como si nada hubiera pasado, realmente no sé qué fue lo que me impulso a ir hacia donde la acción se situaba, hubiera preferido llamar a la policía, hubiera sido lo mejor.
Me acerque corriendo, cruce la calle sin siquiera mirar hacia los lados, di un pequeño salto, junte mis brazos y golpee al primer sujeto por la espalda, no antes sin gritar
– ¡DÉJENLA IR!-
Maldita naturaleza humana que te hace gritar, cuando necesitas usar el factor sorpresa.
Quién es este?-
Se preguntaban el grupo de cuatro, después de ver a uno de ellos inconsciente en el suelo. Bueno no se preguntaron por mucho tiempo pues lo siguiente que paso fue una pelea de ambos bandos, con una clara diferencia de unidades.
Sin dejarme inmutar tome una posición de pelea en modo ofensivo, comencé a propinar golpes a quien tuviera más cerca, recuerdo que un tipo saco un cuchillo, el cual logre esquivar varias veces, aunque mi agilidad y resistencia, no fue suficiente para defenderme y defenderla eternamente, bueno aunque la palabra defenderla esta demás en esta oración, puesto que ella no necesitaba ningún tipo de defensa, lo supe cuando un arma me apunto la espalda, exactamente donde ella estaba "segura y protegida"
-No te muevas Jackie-
-Gracias por el cumplido pero, seguro que Jackie lograría quitarte el arma y acabar con todos-
-No te pases de listo conmigo, mereces un disparo por noquear a mi novio, pero te necesitamos vivo, bueno solo por ahora-
Recuerdo que recibí un golpe con el arma en la parte posterior del cuello, y mi memoria está completamente vacía desde ese momento.
Desperté en un lugar completamente oscuro, y un sucio hedor llegaba a mi nariz tanto que las náuseas no tardaron en presentarse, tenía golpes por todo el cuerpo, no me extrañaba, pues hice varios amigos hace un par de horas, aunque realmente habrán pasado un par de horas, estaba tan desorientado que ni siquiera me di cuenta que mis piernas estaban completamente rotas, aunque el dolor cuando trate de levantarme, fue lo que me hizo caer en cuenta de lo sucedido posteriormente mi estado de inconciencia.
-¡Ahhh!- fue todo lo que logre gritar después del intento fallido por erguirme completamente
-Así que ya despertaste- Era una vos conocida aunque no me complacía volver a escucharla.
Se encendieron las luces aunque lo extraño era que no tenían lámparas, sino un montos de antorchas las cuales estaban pegadas a la pared, aunque la verdad eso no me extrañaba, sino el hecho de que mis captores todos tenía capuchas negras, y velas en sus manos.
-Nos diste trabajo, como es que aun después de estar inconsciente sigues luchando-
Otra vez esa voz y rostro familiar.
-No puedo decir que me alegra verte, pero este ambiente como que se pasa de lo sobrenatural, ahh y gracias por lo de las piernas, como que no tuviera suficiente por caer en una trampa y ser secuestrado-
