Alas culpables

Capitulo 4: Otro camino

Mi cuerpo fue herido durante aquel ataque, pero solo mis hombros y brazos fueron lastimados con los disparos, son solamente unas heridas superficiales, sin embargo mi cuerpo se siente repentinamente débil, no por las heridas, si no por el cansancio y el sobre-esfuerzo de aquello que hice, no me parece que haya sido la primera vez que he usado una espada, en el momento en que la tomé mi cuerpo se empezó a mover por si solo, con aquella sensación de saber que hacer, sea lo que sea esto no puede quedar así, debo de guardar mis energías.

  — Kirie, ¿Podrías explicarme que es lo que sucede?  —Le digo mientras esta curándome las  heridas—

  — ¿De que hablas?—Lo dice como una niña inocente—

  — Tu sabes bien de lo que hablo, no actúes como si no hubiera pasado nada—Aunque sonara un poco demandante tenía que decirlo— por favor Kirie, no tengo idea de qué o porqué pasó

   — Si de verdad quieres saber entonces te lo diré de forma breve —Se torna la conversación más seria— Lo que nos atacó no fue un monstruo ni nada por el estilo, si no personas, y te preguntarás ¿Porqué rayos nos atacaron?, dime que piensas que pasaría en un mundo donde los humanos son manipulados por los ángeles, son controlados y mandados a matar o esclavizar a todas las personas que aún se han resistido en contra de los ángeles.

 — Kirie, ¿Como lidiaste con todas esas personas de antes tu sola?

— Digamos que tengo practica con pelear y a decir verdad tu tampoco lo hiciste mal con ese ángel caído. —Dice con confianza—

 —  Ni siquiera se lo que hice contra él, mi cuerpo se movió solo, pero yo pensé que lo habría derrotado

 —  La única manera de vencer a un ángel caído es asegurándose de que deje de respirar, en otras palabras, asesinándolo. Los ángeles caídos son aquellos ángeles que fueron desechados el mismo creador, aunque claro como ángel tiene aquellos factores regenerativos que le benefician, Si comparas uno de ellos con un ángel de verdad hay una gran diferencia de grado, son nada comparados a un ángel completo, superiores tanto en fuerza como habilidades.

Me quedé con bastante en que pensar aún, pero oyendo lo que decía acerca de los ángeles no quisiera nunca toparme en mi camino con uno, deben de ser unos verdaderos monstruos, aunque eso no me explica aún como sabían que estábamos aquí.

   —  Kai no confíes en nadie mas que en mí ¿De acuerdo? El mundo es ahora mismo caótico y cualquier error y puedes llegar a morir, incluso por confiar en gente.

   — ¿Y porque decidiste confiar en mi si solo me encontraste por ahí? —Digo con firmeza—

   — Digamos que es complicado, pero pase lo que pase no te voy a dejar morir, aunque sepas defenderte o no, Nunca sabes a cuantos te vas a enfrentar ¿Esta bien?

  Quiero creer en sus palabras, pero aún sigo con tantas preguntas sin poder haber alguna posibilidad de una respuesta, pero por el momento no me queda mas que asentir y quedarme con ella aún mas tiempo.

   — Kirie y porque tienes esa habilidad de curar, ¿Acaso eres un ángel?  —La miro a los ojos —

   — Es complicado, lo que yo sé es que mi padre era un ángel y mi madre humana, cuando me tuvieron mi padre desapareció — Desvía la mirada — según lo que me dijeron, tener un bebé con una humana para los ángeles es un pecado, el manchar a la raza de ángeles, por lo tanto no sé que haya pasado con él, y bueno aqui estoy, un híbrido entre ángel y humano, y mi madre murió al momento en que yo nací, por lo que nunca los conocí.

   — Ya veo, lo lamento  — Me trago mis palabras —

   — No lo lamentes, en realidad, a pesar de eso durante mi infancia aprendí por mi misma a saber utilizar mis habilidades aunque sean pocas, me sé cuidar de mi misma, no tengo los mismos privilegios de un ángel pero tengo la capacidad.

Al pensar en su vida, me niego a imaginar lo que ella habría pasado, debe de haber sido algo difícil para ella, volteo a ver lo que solía ser la habitación en la que estábamos, ahora hecha escombros.

   — Dime ¿Ahora que crees que pase de ahora en adelante? —Le pregunto con duda—

   — Déjame pensar —Dice Kirie cerrando los ojos y concentrándose — Acompañame

Entramos a la habitación destruida y al entrar, muchas cosas estaban esparcidas por todas partes, la cama estaba maltratada y sucia a como estaba antes de el ataque, Kirie entra primero y saca las cosas que tiene en la caja, en ella se encuentra una mochila, de esas espaciosas, y comienza a guardar lo que tiene dentro de la caja, tanto armas como comida almacenada dentro. 

   — ¿Te puedo ayudar?   —Le pregunto para no sentirme tan fuera de lugar —

   — Eh... — Piensa bien antes de responder —  Claro, guarda lo mismo que yo guardo

Me da otra mochila que se encontraba mas guardada en la caja y comienzo a meter las mismas cosas que ella  dentro, mientras guardábamos en silencio me sentía algo incomodo y no sabía como comenzar una conversación con ella.

   — Te preguntarás, ¿De donde saqué tantas cosas verdad?

    — Un poco —Digo con algo de pena — 

  — Bueno lo que tengo aquí son simplemente cosas que pasé recolectando durante tanto tiempo   — Sonríe —

   — Entonces, ¿Cuanto tiempo llevas sola y recolectando tantas armas, no es difícil encontrar todo esto?

   — No demasiado, De vez en cuando me he encontrado con grupos de exploración de ángeles y termino haciéndoles una emboscada para quitarles sus cosas — Se detiene —  De hecho ahora que lo pienso todo esto lo he estado consiguiendo yo misma, incluso la comida.

   — En un mundo apocalíptico creo que esta bien hacer eso, después de todo es supervivencia 

   — Tal vez, pero sigue sin ser igual, las personas hoy en día no buscan el rebelarse y detener esta esclavitud de los ángeles, si no que se roban entre sí y terminan dejando a los humanos libres con un menor número matándose, perdiendo su tiempo — Vuelve a guardar las cosas — creo que tu lo viste, aquellos cadáveres a lo lejos eran personas normales, eran bandos distintos, no les bastaba con compartir los recursos y aliarse, si no que se tenían que quitar las cosas, así es como querían arreglarlo.

   — Ahora que lo dices suena lógico, pero ¿Es necesario que se arrebaten las cosas uno al otro?

   — No, no lo es — Se levanta — Bueno ya tenemos todo lo que necesitamos, por cierto, creo que querrías llevarte esa espada que usaste antes, te servirá como arma, aunque si prefieres también te puedo prestar armas como pistolas, tengo casi de todo tipo

   —Creo que me irá mejor con la espada —Digo con severidad —

 Me levanto y salgo a buscar aquella espada que había usado, manchada de sangre, la limpio con la camiseta que llevo puesta, sé que lo que haré de ahora en adelante tal vez sea riesgoso y cruel, pero decido continuar pase lo que pase, volteo hacia atrás y veo a Kirie esperándome lista, con mi mochila y la suya puesta.

    — Vamos, esta oscureciendo y debemos buscar otro refugio, Se darán cuenta de lo que acabamos de hacer con este grupo, ¿Vienes o te quedas? — Lo dice con un tono burlón —

   La miro a los ojos y con una sonrisa en mi rostro le respondo:

— Vamonos