Soulmates.

2014

Cuando ella entra a la habitación él ya está despierto, recostado, está sin playera, recordándole lo que hicieron la noche anterior. Ella está disfrutando de esos recuerdos mientras se seca el cabello.
Él se da cuenta y alza la vista hacia ella.
-¿Qué quieres hacer en nuestras vacaciones? Nuestras primeras vacaciones juntos.- le sonríe muy tiernamente.
-¿Qué tal senderismo?
-Mejor un balneario de lujo, arena, relajación. Como el rey y reina que somos.
-Sabes que necesito hacer algo.
-Como lanzarte en paracaídas.
-¡Hey! No te burles, hazlo.- él le hace una mueca
-Si no te molesta, me seguiré burlando
Ella sigue algo mojada mientras se arregla el cabello, enciende su celular y ve miles de mensajes en él.
-Bueno.-continúa-tengo que irme
Él se acerca a besarla, ella le pasa los brazos al rededor del cuello y tira de él hacia la cama.
-¿Aún está en pie lo del fin de semana?.-él cuestiona
Ella se aleja un poco estresada
-Depende como salga todo hoy. Puede ser que vaya a Nueva York, pero podemos cenar el jueves, yo elijo el restaurante.-le guiña su perfecto ojo color verde.
-Cena ¿con el señor celular o él va faltar? Ya sabes él nos acompaña casi todo el tiempo.
-Lo pondré en silencio.
-¡Lydia! Tienes que apagarlo aunque sea un día.
-Lo apague anoche.
-Bajo condiciones extremas.
Ella sonrió.
-¿Así se le llama ahora?- Se termina poner su abrigo
Y por fin intenta no pensar en Scott. Agarra las llaves y le manda un beso al salir.
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Hay demasiados mensajes en su celular. Bajo en el ascensor mientras intentaba leerlos todos.
-Buenos días, señorita Martin.
El guardia de seguridad se acerca a ella.
Lydia se pone su gorro.
-¿Cómo va todo, Parrish?
-Terrible, está lloviendo mucho.
Lydia para en seco.
-¿De verdad? ¿No puedo ir en moto?
Parrish niega con la cabeza.
-No, señorita. A menos que desee morir.
Lydia se queda mirando la moto, a pesar de lo que Scott piensa ella no piensa arriesgar su vida.
Le lanza las llaves de la moto a Parrish y este las atrapa.
-¿Las podrías meter bajo la puerta?
-Claro. ¿Quiere que le llame un taxi?
-No. Te empaparías.
Lydia sale, mientras le dice adiós con la mano. La mañana es muy oscura, y es raro ver tráfico en Bacon Hills. Avanza hacia el cruce, para encontrar un taxi. Las calles están muy resbalosas.
Maldice por lo bajo al ver a mucha gente que pensó en hacer lo mismo que ella.
Le llaman por teléfono, es Allison.
-Voy en camino, estoy intentando encontrar un taxi.- ve un taxi aproximarse por el otro lado de la calle y empieza a caminar hacia él, con la esperanza de que nadie más lo vea. Un autobús pasa haciendo tanto ruido que no escucha lo que Allison le dice.
-No te oigo, Allison-grita en el celular- Repítelo- Levanta la mano rezando que el taxi la vea.
-Tienes que llamar a Jeff, a Nueva York. Aun está esperando hablar contigo.
-¿Cuál es el problema ahora?
-Un problema legal. Dos cláusulas.... firmas...-su voz se pierde por un carro que pasa.
-No te he entendido.
El taxista la vio. Reduce la velocidad y avienta un poco de agua al detenerse al otro lado de la calle.
-Mira, que Isaac tenga todo el papeleo listo en mi escritorio.- grita- Llego en diez.
Mira a los dos lados y agacha la cabeza en los últimos pasos hacia el taxi, al otro lado, ya está muy empapada, aunque haya caminado muy poco.
-Y necesitamos resolver este problema antes de que llegue Dunbar...
Voltea al oír un ruido muy fuerte, un claxon. Ve el taxi, el conductor ya baja la ventana, y, pasa algo que no comprende del todo, algo se aproxima a ella y a una muy gran velocidad.
Se gira hacia el ruido y en es momento se da cuenta que está en su camino, que no hay manera de escapar. Se sorprende tanto que deja caer el celular. Oye un grito, posiblemente es de ella misma. Lo último que ve es un guante de cuero, una cara bajo el casco, la cara de un hombre muy sorprendido. Hay una explosión.
     Y luego no hay nada.