De vuelta a casa

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En esa reclamación directa de parte del Libertador, Dios inmediatamente le responde: <<esa va a ser la ultima pregunta que te voy a responder, para responderte las demás te voy a dar un día entero en la tierra, podrás saber como se encuentra tu pueblo y tu país. Cuando termine el tiempo volverás a tu verdadera realidad, ¿que te parece?>> En esas Bolívar queda estupefacto y accede emocionado a tal oferta. Simón brincando va y busca sus cartas y las guarda en un morral y se va con Dios a hacer el papeleo pertinente para tal viaje. Luego de tener todo aprobado Dios lo bendice y le dice que espera tenerlo de vuelta sobrio, satisfecho y sin tristeza. El Libertador baja a la tierra con gran expectativa, se ilumina todo su alrededor y de repente cae al suelo que lo vio nacer, cuando se levanta lo primero que percibe es una gran cola, Bolívar no iba a detenerse a mirar en ciertos detalles sin importancia como la tecnología, él solo quería saber que frutos habían dado sus logros. En ese momento al ver la inmensa cola lo invade la curiosidad y decide hacerla para ver cual era el motivo. Después de cinco horas y llegando a la entrada, algún personaje sale entre la multitud y grita: <<Se acabo el pollo!>> Bolívar queda aterrorizado como el pueblo duraba tanto tiempo solo para comprar alimentos, queda rascándose la cabeza mientras la gente se iba desilusionada, con algo de ánimos luego decidió ir a buscar respuestas lejos de allí.

En otro lado ve que las personas se montan en pequeñas maquinas para transportarse, él decide montarse y ver como esta todo. Diez minutos después un joven se levanta y grita: <<esto es un atraco!>> Bolívar distraído viendo como un perrocalientero preparaba un Santo Grial se voltea y dirige su mirada al joven con gran desorientación, el antisocial armado le quita el morral al Gran Libertador, los celulares y bolsos a los demás pasajeros y se baja corriendo, momento después se percata de que le habían robado y dice: <<¿pero bueno y mis soldados? ¿donde esta la seguridad de mi patria?aquí faltan unos mil llaneros como mínimo para que castiguen a los ladrones con sus espadas, si pudiera llamar al Catire o a Casandro, Dios mio!>> Todo un energúmeno Bolívar se baja y sigue buscando respuestas, siempre evitando contacto con los demás venezolanos, hasta que ve un mendigo recostado en la calle, estaba sobre un cartón y esa persona solo miraba y extendía la mano a cuanta persona cruzara la acera para pedir dinero. Simón al ver tanta pobreza reunida en un ser decide sentarse a su lado y le pregunta: <<¿ joven por qué estas en tal condición? El joven mendigo lo observa y con mirada sospechosa le responde con otra pregunta: ¿acaso eres escuálido? El gran Libertador queda confundido y comienza a dejar que él solo escupiera cual información fuese útil, solo bastó con preguntarle que quienes eran los escuálidos y todo fue fluyendo. Al final del cuento el mendigo termina diciendo: <<Y por eso Chavez es el que liberó la patria, ahora tenemos patria!>> Simón con cara de sorpresa no entiende absolutamente nada. Se pregunta mil cosas, si toda su vida de sacrificio, de lucha y de llagas en las nalgas no valieron lo suficiente para ver a su pueblo libre y próspero. Ahora lo único que pensaba era en su dolor de ver a su querida nación herida de muerte, idolatrando a un ser que ni sabia quien era. Él nunca se imaginó ver a su tierra sumergida en tal miseria, y como dicen por ahí la cereza del pastel venía.

Bolívar ResucitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora