Parpados un libro de suicidas

Las sirenas no están en el mar

Enrique empieza a investigar sobre alguna isla, todos los días se levanta temprano y escribe un poco en su cuaderno "las sirenas no se deben enamorar" un gran libro que trata sobre una sirena que es hipnotizada con la inteligencia de un humilde marino

Tic tac, tic tac... suena el reloj que lo despierta de su fantasía, Enrique encantado con las historias de los mares empaca una maleta con todo lo necesario un cuaderno, lapiz, ropa y una lupa... Uno de sus extraños pasatiempos es agrandar el mundo con su lupa he imaginarse un universo abstracto, lleno de preguntas sin respuestas.

- nos vamos, se dice a si mismo.

Al salir de la habitación ve a una hermosa mujer, blanca, ojos azules como el mar, macha y con un cuerpo que deja la boca agua con solo verlo... a Enrique le hizo mal verlo, su corazón había sido un libro viejo y abandonado que al ver a esa mujer se volvió a abrir y esas historias de amor empezaron a precionar su ser...

- habitación 27, le dice el gerente del hotel a la muchacha

Enrique escucha y se da cuenta que es la habitación de la mujer del día anterior, un sonido, tic tac... tic tac... en su corazón no lo deja respirar, se empieza a tambalear, la señorita, al ver tal espectáculo, piensa en lo absurdo que sería dejar a un borracho caer, dormir en el suelo, entonces lo agarra del brazo y lo deja en la escalera

- sirena, dice Enrique entre los delirios

Mariel devuelve su mirada para escuchar lo que dice y ve en los brazos de Enrique un libro muy famoso de él "Demonios del alcohol" entonces se da cuenta que ese hombre no es un borracho, sino su escritor favorito... En la mente de Enrique ve a una sirena agarrandolo y hundiendolo en las aguas, cuando enrealidad era Mariel llevandolo hasta su habitación

Al despertar Enrique está amarrado, entonces se empieza a mover con fuerza, siente unos filos que recorren su cuerpo hacia abajo, no lo cortan solo lo rozan, su arma se levanta en rastro de una guerra, hay una presencia encima de él, huele bien, siente un calor reconfortante, entonces escucha al oído -¿donde ibas?- no quiere responder, siente unos labios suaves, humedos, dulces en su boca, luego una lengua que se mueve con gran flexibilidad, pero Enrique sigue sin poder ver y eso le molesta, se mueve bruscamente...

- sueltame, no me gustan este tipo de juegos, dejame ver

Ella le quita la venda de los ojos, Enrique más que a ella, o la extraña situación, pudo notar un mueble muy pequeño con gran cantidad de libros

- ¿que lees?

-¿ah?- unos segundos en silencio y la pregunta llega a tener sentido

- normalmente me gusta leer stephen king y Patrick Graham, pero ultimamente estoy leyendo tus libros... un silencio incomoda la situación ¿estabas borracho?

- iba aventurado hacia una isla,le responde con la cabeza en alto

- ¿no te hace falta compañía?

La noche fue larga y comoda, la primera vez que Enrique tiene compañía, al siguiente día logran salir hacia la isla, pero dentro de las fantasías de Enrique decide cambiar los planes y la ruta directo a un terreno inhabitado