CAPITULO 2

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- ¿Tampoco puedes dormir?

- No, ¿quieres saber porque?- me miro a los ojos, estaba serio pero me miraba con... ¿deseo?

- Quiero saber porque...

- Pues porque yo...

-Forks-

- Pues porque yo por más que lo intente no puedo dejar de pensar en ti... aun sabiendo que no me puedes responder y que nunca serás mía...-se bajó de la piedra y se acercó a mí- ...te seguiré amando hasta que desaparezcas de este mundo.- dicho eso se giró de espaldas a mí. Ante ese movimiento que hizo hacía mí, yo correspondí poniéndome lo más cerca de su espalda como fuera posible.

- Tal vez seas tú quien piense que yo no te puedo corresponder...yo si te...-entonces él se giró hacía mí.

- ¿Tu si qué?

- Yo si te...amo- él se sorprendió y se quedó inmóvil.

Me acerque a su cara, Jacob se esperaba que le besara en los labios, pero yo hice un movimiento rápido haciendo que mis labios chocaran con su mejilla derecha. Él se rio ante tal reflejo y yo también:

- Creí que me amabas.

- Y lo hago pero aun domino mis actos- y le sonreí.

- Yo también.

Entonces sin previo aviso y sin verlo venir, me agarro fuertemente de la cintura y me beso. Yo le correspondí, tenía ganas de sus labios. El beso era apasionado pero tierno a la vez. Nos separamos, aunque él no me había dejado de la cintura:

- Te amo Claire.

Esta vez mis labios buscaron los suyos y cuando se juntaron mis manos fueron directas a su pelo agarrándolo con fuerza, cada vez era más, y más apasionado. Llego un momento en el que él me agarro las piernas invitándome a subirme en su cintura, lo hice y Jacob me llevo hasta la roca donde recargo mi cuerpo, nos íbamos quitando la ropa con cierta prisa. En el momento en que él quiso desabrocharme el pantalón lo pare:

- ¡Para, para, para!

- ¿Qué te pasa Claire?

- No Jacob, esto está mal, no podemos hacerlo, hoy por lo menos no.

- Te deseo Claire.

- Y yo a ti Jacob, pero todo esto va demasiado rápido para mí, quiero irme a casa...- sabía que le estaba haciendo daño, pero me puse el jersey y me baje de la roca.

- Mañana vendré a las nueve Claire-sonrió- o antes- y me guiño un ojo.

- Okey.- empecé a caminar. Me di cuenta de que no podía dejarlo de aquella manera, así que me gire, fui a velocidad vampírica hacia él y le bese los labios apasionada y tiernamente. Con un beso corto asegurándome de dejarlo con deseo de otro, me dirigí a casa a la misma velocidad que me había acercado a él.

Ya eran las ocho y media, así que me fui a la ducha y decidí ponerme una falda granate, un jersey rosa claro y unas medias negras:

Ya eran las ocho y media, así que me fui a la ducha y decidí ponerme una falda granate, un jersey rosa claro y unas medias negras:

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  MI VIDA, ELIZABETH CLAIRE WHITLOK BRANDON CULLEN  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora