Capitulo 2

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Después del 17

Desde ese día, ese 17 de diciembre, todo fue genial. Ese día había sido un jueves, el sábado era su fiesta, estaba muy ansioso, pero a la vez nervioso, sabia que sus amigas me iban a juzgar, y no solo ellas, también su hermana, y sus papás, por suerte tendría a Lina, para hablar. Ella había invitado a Rick, el era mi mejor amigo, seguramente me la pase con ellos. Pro fin había llegado ese esperado sábado, la fiesta por la cual había comenzado todo, al llegar me encontré con Lina y Rick, estuvimos hablando un rato, después fuimos a escribir un palabras, para Vanessa, entonces mientras que estábamos escribiendo, me encontré con Maya, la hermana de Vanessa, estaba muy nervioso, sabia que algo tenia que decirme.

Maya: Hola, ¿como se llamas?

Brad: Brad.

Maya: Ha, esta bien

Y se alejo hacia la puerta con una amiga de ella, yo me quede sorprendido, al igual que Lina y Rick, pensé que ya había pasado todo, pero no fue así.

Maya: Yo se que tu eres el novio de mi hermana, ¿entendido?, y ¿sabes que tienes que bailar con mi hermana verdad?

Brad: Claro que si

Que susto enserio, pero no fue nada en comparación, al  siguiente contacto con la familia, esta vez fue la mamá, escuche que me llamaban, voltee y era la mamá de Vanessa, me acerque y me dijo: -- mucho cuidado con mi niña, ¿entendiste?--, si señora fue lo único que le dije, el resto de la noche fue bastante hermoso, llego ella bailamos casi todas las canciones, comimos y luego me tuve que ir, la verdad ninguna de sus amigas me dijo nada, al otro día como de ahí en adelante me levante a escribirle.

Seguíamos saliendo, nos veíamos al menos una vez por semana, habían semanas en las que no nos veíamos, pero jamas pasaron mas de dos seguidas, nuestras salidas no eran ir a al cine o salir a caminar, en realidad preferíamos quedarnos a ver una película, salíamos, eso si, pero solo en las fechas especiales, cada vez que cumplíamos otro mes, también, cuando alguno se enfermaba, el otro se quedaba a su lado, lo cuidaba y lo mimaba, hasta que se mejoraba. 

Llegado marzo, todo el mes, no dejo de recordarme, que iríamos a ver la tercera película, de la saga de divergente, a mi no se me había olvidado, se lo había prometido desde antes que fuésemos novios, le habia dicho que la llevaría a ver la película, mi palabra vale oro, no rompo ninguna promesa, pensé que solo iríamos los dos, que seria una tarde de novios. Pero descubrí que también irían sus amigas, entre ellas Lina. Era la primera vez que me encontraba con ellas, después de su fiesta, esta vez si las había podido conocer bien, son geniales, estar con ellas es lo mejor de este mundo, lastimosamente no pudo ir Lina, pero la pasamos fenomenal, no seria la ultima vez que nos reuniésemos, un par de veces mas adelante nos encontramos para hacer postres y mas cosas

Todos los meses, sin falta nos veíamos con Vanessa, no exactamente el 17, siempre se presentaba alguna problema, pero nunca faltaba celebrar esa fecha, ninguna vez fue igual a la otra, siquiera parecida, todo parecía perfecto, si habían algunas cosas que le molestaban a el otro, pero con el tiempo se fueron arreglando, --nadie es perfecto en el mundo-- le decía, después le repetía que esa oración estaba mal, en verdad debería decir, --nadie es perfecto en este mundo, pero en el mio si, y tu eres la prueba de ello--. La relación, era de una forma u otra perfecta, por lo menos para nosotros, tenia la justa medida de todo, paciencia, comprensión, cursiladas, y hasta un poco de picante. Cualquiera diría que era una relación de película.

¿Pero en realidad era todo perfecto?, pues no, --nunca hay un 100%, pero tampoco un 0%--; había una cosa, algo que no me dejaba tranquilo desde que lo descubrí, maso menos al mes de novios, Vanessa tenia un amigo, el vivía en Palma de Mallorca, en España, su nombre era Sebastian, y hablaban todo el tiempo, al inicio no lo soportaba, después ya lo deje de lado y no le preste atención, después de todo el esta allá y yo acá, pensaba para tranquilizarme. De resto todo era un 99%.

Fueron pasando los días, uno que otro discutíamos por alguna bobada, la verdad era muy raro eso, pasaba muy de vez en cuando, siempre nos amamos, era una relación perfecta a nuestra manera, a ambos nos iba muy bien en el colegio, tal vez no eramos los mas inteligentes, pero teníamos un promedio alto, organizamos algunas salidas, la mayoría con Rick y Lina, terminamos nuestro año escolar y celebramos nuestro aniversario, fue un día espectacular, de igual forma nos veíamos en las vacaciones, eramos muy felices juntos, ya habíamos pensado en que estudiar, y mirando opciones, podría ser que ese fuera nuestro ultimo año juntos, sin embargo lo dejamos de lado y aprovechamos cada momento de esos 365 días.

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Ambos habíamos terminado de estudiar en el colegio, ella quería ser psicóloga, yo quería ser ingeniero civil, ambos miramos bastantes opciones de universidades, a ella le había llamado bastante la atención una ubicada en España, la Universidad Autónoma de Madrid, pero a mi me apetecía quedarme en Colombia, sabia que podía tener una gran carrera, lastimosamente, aun que lo tratamos de posponer, no conseguimos encontrar una opción en la cual pudiéramos estar el uno con el otro, al final lo pensamos bien y dijimos que, nuestro amor no se vería afectado por la distancia, o eso pensábamos.

No quería que nuestras charlas perdieran ese toque de picardía, cursiladas y lo que era propio de nosotros, Prometí escribirle una carta, al terminar de estudiar en la semana, la idea era que cuando nos reencontráramos, ella hubiese guardado todas esas cartas, igual nos seguíamos escribiendo por chat, pero la carta era un símbolo de que nuestro amor seguía encendido, pensamos que serian formas de no sentir tanto la distancia.




Una carta con pasado, presente y futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora