Silvia

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"Nací el 2 de abril del 2000, en un pequeño hospital del campo. Mi madre ya había tenido siete hijos antes, seis varones y una mujer, mi padre en una de sus borracheras habituales le puso mi nombre como una chica con la que tuvo uno de los cuantos hermanastros que tuve, era drogadicta y al quedar embarazada le dejó el hijo a él y fue a el extranjero para escapar, pero bueno, así mis 3 primeros años de vida pasaron por la llegada de otro hermano más, peleas constantes entre mama y papa, y riñas entre hermanos, con los que mejor me llevaba era con el menor, llamado Rodrigo y el mayor llamado Juan. Los demás hermanos estaban metidos en asuntos de drogas que yo por ese entonces no sabía de qué trataba. Veía como escondían en jarros sustancias desconocidas para mí. Veía como llegaba dinero y misteriosamente se volvían ricos. Al tercer año de vida entre a un jardín infantil público, ahí no conocí a nadie interesante, ni nada especial, así pase al colegio y empezó lo peor". Silvia hizo una pausa, suspiro y siguió relatando."En primero básico, supe que habían asesinado a mi hermano por Luis en su "negocio". En esa época hubo una guerrilla contra otra banda narcotraficante, lo que provocó que varios hermanos llegaran heridos a casa después de su "jornada escolar". Mi hermana, quedó embarazada y tuvo que abandonar el colegio. Juan tuvo que dejar la escuela en su último año para trabajar. De ahí no lo vi mucho ya que trabajaba de Lunes a Sábado. Nuestros padres se separaron cuando cursaba mi tercer año escolar. Todo esto afecto mi rendimiento en el colegio, pero Juan es sus tiempos libres me ayudaba un montón. A mis hermanos los echaron del colegio por falta a clases. Otro murió por sobredosis. Otro abandonó la familia por una oferta en otra ciudad. Los otros dos quedaron encarcelados por tráfico ilegal de drogas. Al final quedábamos la hermana que nunca veíamos porque iba donde el padre de su niño, Juan que trabajaba en una fábrica, Rodrigo en el colegio, y yo media depresiva, en el colegio empeze a portarme mal, no quería estar en el colegio, lloraba en las noches, bajaba mi rendimiento. Mi madre llamó a el reformatorio, miraba con recelo ese lugar... Pensé en escapar de eso, en mendigar por ahí pero Juan, jugó un papel súper importante ahi... Me aconsejó, me ayudó a recuperarme, el fue quien me salvó de la miseria... Gracias a él estoy a aquí... No pude soportar los primeros días ya que lloraba al preguntarme si tenía hermanos... Aunque no tuve mucho contacto con ellos me da pena... Al pensar tú dices, mis hermanos era trágica tes y murieron por eso... Tú al decir eso te quiebras y no puedes hablar. Quedaba en shock al recordar y pensar cómo fue tu vida y compararla con lo "normal", pensabas que tu vida había sido triste y no hay modo de rehacerla, de volver a empezar... Pero luego recordaba lo feliz que me había hecho madre, Rodrigo y Juan. Que de verdad habían personas que me querían y mi vida fue feliz en ciertos aspectos. Eso me permitió seguir con la terapia hasta que me asignaron a el grupo de Claudia, y así llegue a como estamos ahora. Hablando sobre mi vida." Silencio. Nuestra psicóloga rompió el hielo, "Me encanta tu espíritu de seguir a pesar de todas las tragedias pasadas, gracias por contar tu historia y tú sinceridad". Esas palabras quedaron flotando en el aire esperando a que alguien pues irse hablar. Nadie. -"Bueno, vamos a otra historia, ¿Jaime quieres hablar?"- No dijo nada solo se acomodó y empezó a relatar.

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⏰ Última actualización: Apr 13, 2016 ⏰

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Un domingo por la tardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora