Un viaje se vuelve eterno cuando no llevamos un libro a un buen amigo. Bueno, pues para ella, esta vez sería un libro y un par de audífonos. De seguro con ello bastaría para capear las pobres horas que pasaría sobre el avión.
Esta sería la primera vez que viajaba sola en un avión, y la segunda de viajar en avión. La primera vez había sido con sus padres a Nueva York.Esta vez la sensación era distinta, a pesar de haberla ido a despedir su madre y un conocido amigo por el cual comenzaban a surgir unos insignificantes sentimientos, que ese día parecieron sobrepasarla y llevarla hasta el extremo norte del país algo enamorada o solamente encaprichada. Un chico silencioso, pero guapo...muy guapo según ella, sonrisa perfecta...perfectísima. Voz pausada, ojos chocolate y nariz perfilada. Lo conocía hace algún tiempo, y había cruzado algunas palabras con el. Y por esas cosas de la vida, habían asistido ambos a una fiesta de niños.
Si le hubiesen preguntado hace 1año si creía que viajaría sola en avión hubiese dicho que no lo creía, pero insisto...y creo firmemente en ello, la vida es extraña y le encanta sorprendernos.
Hace poco más de un año, Charlotte y sus padres fueron invitados a cenar a la casa de una conocida, quien tenía una pequeña niña de ocho años. Charlotte no se encontraba del todo cómoda entre más personas, hablando de profesiones, y cosas de adultos. Así que decidió hablar con la pequeña, encontrando bastante terreno en común para hablar.
Un tiempo después, un caluroso día de verano, la madre se contactó con ella para la supervisión de la pequeña, Florencia, en la piscina. De esta manera Charlotte y Florencia se hicieron amigas aún con diez años de diferencia. Fue su compañía y cuidadora por todo aquel verano y para su suerte, los viajes de esta familia eran usualmente al norte, sus raíces estaban allí y esta vez...ella fue invitada. Ansiosa y expectante pensaba en las aventuras que pasaría o los posibles peligros...y muy en el fondo, aunque no lo admitiese, "Romance".
ESTÁS LEYENDO
Shit happens, even love. (borrador)
Teen FictionLos viajes nos cambian, nos enseñan y nos ayudan a descubrir cosas que no conocíamos o como Charlotte, subestimábamos. Idealista de los idealistas y la más ácida cínica, curiosa pero reservada y firme creyente en que el ser humano puede lograr lo qu...