Lucy ¿una rebelde?

~.Día 3.~

*Narra Lucy*

Estaba cabreada. MUY cabreada. Me acababa de levantar y en cuanto lo hice recordé la llamada de mi padre y empecé a darle puñetazos a la pared.

*Llamada*

Jude: Lucy, el vuelo de tu hermano se ha retrasado, llegará mañana por la mañana y no vas a faltar a clases, así que...-dijo mi padre en un tono demandante y burlón que no pasó desapercibido y sin darme tiempo a contestar colgó dejándome con la palabra en la boca...¿Significaba eso que no me dejaría ir a recoger a mi hermano? Si, lo significaba.

*Fin llamada*

Es decir, mi hermano se fue a estudiar a la universidad y prácticamente vivía ahí, en los cuatro años que estudiaba su carrera no e podido verlo mas que un par de veces ya que siempre anda de aquí para allá y ahora que puedo verlo coge el imbécil de mi padre y me dice que no puedo ir a recogerlo....que se vaya al infierno. Aumenté la fuerza de mis puñetazos haciendo vibrar la pared y llegó Laxus.

Laxus: ¡Hey, calma!-dijo corriendo hacia a mi y estirándome para que dejara de pegar la pared pero aún así lo hacía hasta que ya no sentí la pared. Laxus me dejó en la cama suavemente, se sentó a mi lado acariciándome la cabeza y toda la rabia e impotencia que sentía se iba convirtiendo en dolor y tristeza.-Shhh, ya está pequeña.-me abrazó fuertemente y me eché a llorar en su pecho siendo consolada por mi primo.

Romeo: ¿Que pasa aquí?-preguntó extrañado mi hermano abriendo la puerta y se sorprendió al verme llorar como una niña, pero rápidamente esa sorpresa pasó a preocupación y se lanzó a abrazarme cosa que no dudé en corresponder. Tenía un brazo pasado por los hombros de Romeo y el otro por encima de Laxus.

Laxus: Será mejor que empecemos a vestirnos, sino se nos hará tarde...-dijo aburrido y yo asentí. Ambos salieron de mi habitación y yo comencé a vestirme y me vi sangre en los nudillos y en las paredes. Terminé de vestirme y me dirigí al baño, me lavé las heridas y me puse vendas negras en vez de unos de mis guantes. Bajé a desayunar junto a los otros dos. Laxus había hecho tortitas y Romeo estaba haciendo zumo de naranja. Cuando lo acabó nos sentamos y hablamos alegremente.-Hmm hoy no te has maquillado.

Romeo y Yo: Tiene/tengo educación física.

Laxus: Ah, por eso tan deportiva.-yo asentí. Llevaba unas mayas negras, unas deportivas azul oscuro con blanco, una camiseta negra ancha con una mariposa en piedras gris claro, una chaquetilla negra de terciopelo con capucha y una coleta alta. Cuando terminamos nos subimos en el lamborghini veneno de Laxus y nos llevó a la escuela. Al llegar cogí mi mochila y me la colgué a la espalda, cogí la de Romeo y la de Laxus y se las pasé.

Ambos: Gracias.-yo sonreí en respuesta. Nos encontramos a nuestros amigos en el porche hablando y golpeándose. Bueno, los amigos de Laxus, yo del grupo conozco a muy pocos, el resto se tendrá que ganar mi confianza al igual que yo la suyas.

Wendy: ¿Que te ha pasado en las manos?-preguntó Wendy preocupada y yo intenté no ponerme nerviosa.

Lucy: Nada, me apetecía ponerme vendas en vez de guantes.-Zeref, que no sé de donde salió se hizo paso entre la multitud y me observó a los ojos examinándome, mierda a él no puedo mentirle aún sin ponerme nerviosa, con mirarme a los ojos sabe si miento o no. Entrecerró sus ojos, gruñó y se cruzó de brazos. Ya me a descubierto.

Zeref: Estás mintiendo.

Cana: ¿Como lo sabes si ni siquiera estaba nerviosa? No mostraba ni un solo síntoma de nerviosismo.