Mad Love

Capítulo 1

"Trece de Diciembre"
Me encuento en el puerto. Es de noche, y hace frío. Esta empezando a nevar, pero no me importa. Necesito aclarar las ideas. Necesito despejar mi mente.
«¿Por qué me sucede esto a mí?»me digo para mis adentros mientras contemplo los grandes y pequeños navíos que se encuentran atracados en frente. «¿Cómo pude no verlo? ¡Lo tenía delante de mis ojos y no me di cuenta!» y empiezo a llorar.
Hace dias que mi hermano nos dejó a mí y a mi familia. El mundo de las drogas lo ha cautivado. ¡¿Cómo no lo supe ver?!
Las lagrimas corren por mis mejillas y no puedo evitar soltar algún gemido ahogado. Los copos de nieve queman mi piel cuando entran en contacto con ella. El frío se hace paso a traves de mi cuerpo y se aloja en mis huesos.
Aparto la mirada del oscuro horizonte y me quedo mirando al pequeño circo que se ha instalado aquí hace unos pocos dias. Tiene un pequeño toque familiar y pintoresco que atraería a cualquiera. Entonces, de una de las caravanas, sale un jóven.
Es alto y esbelto. Su pelo es de un tono rojizo que no tarda mucho en teñirse de blanco por culpa de la nieve. Su rostro esta salpicado de pequeñas pecas.
Se me queda mirando y se acerca.
-¿Te encuentras bien, preciosa?-me preguntó cuando llegó a mi lado. No pude evitar soltar una risita. El que me llamasen preciosa era algo nuevo. Sus ojos eran de un color verde oscuro y, en el ojo derecho, tenia una pequeña manchita de color gris.
Su voz era potente, pero transmitía una paz indescriptible.
-S-si. Es solo que... he tenido una mala semana. Necesitaba despejarme.-no quería contarle lo que me pasaba, le acababa de conocer. Pero algo me decia que era de confianza.
-¡Pues viniste al sitio idóneo! Eso sí, te aseguro que lo ves on otros ojos cuando no estas empapado. Toma-y me rodeó los hombros con su chaqueta.
-G-gracias.-le digo nerviosa.-Pero he de irme-y se la tiendo de nuevo.
-Quedatela. Asi tienes pretesto para volver a verme. Mañana a las seis de la tarde es nuestra actuación.-y me tiende un folleto cob el logo del circo y los horarios doblado por la mitad que llevaba guardado en el bolsillo de sus vaqueros negros
-Te espero.
-Esta bién. Alli me verás.
Estaba a punto de irme cuando recorde que no me dijo su nombre.
-¡Por cierto!¿Cómo te llamas?
-Jerome.Jerome Velaska.¿Y tu, chica misteriosa?
Otra risita salió de lo mas profundo de mi.
-Halsey. Halsey Brown.
Al oirlo sonrió. Su sonrisa era contagiosa. Tenia un toque divertido pero misterioso. Y no pude evitar sonreir también.
-¡Jerome!¡Ven aquí ahora mismo!-dijo una mujer desde el interior de la caravana de la cual había salido. Supuse que era su madre.
-¡Ya voy!-volvió a mirarme-Nos vemos, preciosa.-dijo mientras se alejaba. Pero, antes de que se metiera en su caravana, se giró y se despidió de nuevo con su mejor sonrisa.
Con su chaqueta en los hobros empezé a correr de regreso a casa. No dejaba de sentir un cosquilleo dentro de mi. Un fuego ardiente que impedía el paso del frio.
Cuando llegué a casa no quise contar nada. Mi madre estaba durmiendo frente al televisor, el cual estaba encendido. Asique, sigilosamente, cogí el mando, lo apagué y me metí en mi cuarto cerrando la puerta de la manera mas silenciosa posible.
Dejé su chaqueta a mis piés cuidadosamente. Era de cuero marrón forrada por dentro con pelo blanco. En la parte trasera estaba grabado el logo del joker de las cartas de poker. Cosa que, no se por qué, me hizo bastante gracia. La miré por unos minutos y, entonces, el sueño se apoderó de mi.

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