Prólogo.

3 0 0
                                    

- Te dije que te alejaras de mi Calvin, no se te ocurra acercarte más. - Le dije mientras daba un paso hacia atrás.

- ¿Por qué? ¿Le tienes miedo a los recuerdos? ¿Recuerdas cuando me dijiste que no querías que me alejara nunca? Pues aquí me tienes, y nunca me voy a alejar. - me pegó contra la pared que tenía detrás y empezó a acariciarme la mejilla con su mano temblorosa, mientras yo pataleaba para que se alejara de mi. Estaba tomado, peor aun, drogado, y con solo mirarlo a los ojos sabía que era capaz de hacer cualquier cosa y no tener ningún tipo de remordimiento. Lo miraba y no lo reconocía, me daba miedo.

- Calvin por favor, déjame en paz. - le pedí tratando de soltarme, pero con su fuerza me retenía contra la pared.

- Pero... pero... yo te voy a amar, solo nos tenemos que... - lo corté.

- ¿Amar? ¿Amar Calvin? Esa palabra no está en tu vocabulario. - Le dije totalmente fría.

- ¿Como puedes decir eso? - gritó pegandome más a la pared, haciendo que se me dificultara respirar. - Yo siempre te he amado, pero tu no lo ves. - susurró con voz ahogada.

- ¿Siempre me has amado? Claro, sí, tanto como en este momento, en el cual me haces daño, no solo físicamente sino mentalmente Calvin. Siempre me haces daño, ¿crees que yo soy la que está mal aquí? Calvin, esta relación es tóxica, tú eres tóxico. - Le dije al ver que había aflojado su agarre, aproveché y le pegue una cachetada. Se quedó paralizado viendome correr hacia la puerta de la entrada, simplemente no podía seguir allí y menos cerca de una persona que me podía hacer daño.

Justo cuando salí de la casa me dí cuenta de que Calvin estaba camino a donde yo estaba, empecé a correr a los árboles que habían al rededor para esconderme, no podía dejar que me agarrara de nuevo.

- No te escondas Kate, sabes que igual te voy a encontrar y te llevaré conmigo, viviremos felices, como siempre quisimos. - Gritó y me dí cuenta de que tenía un 75% de probabilidades de salir de ésta, dios, sonaba como un psicópata.

Seguía corriendo y corriendo, evitando pegarme con los árboles, aun estaba en shock. Estoy en peligro, en total peligro, y pensar que ese peligro lo ocasiona la persona a la que mas he amado me hace sentir de lo peor.

Seguí corriendo, sin importarme si hacía ruido o no, y justo cuando creí que Calvin me alcanzaría, tropecé con alguien.

- ¿Katherine? Kate, ¿estas bien? - me miró un tanto preocupado.

Yo solo podía ver hacia todos lados y pensar que seguía en peligro, no veía a Calvin por ningún lado pero lo sentía cerca, me sentía observada, y creanme que no se siente muy bonito.

- Estamos en peligro aquí, nos verá, estamos en peligro, dios no, nos verá. - dije desesperada, me estaba volviendo loca. - Estoy en peligro Max, me encontrará. - Grité, y sin darme cuenta me tiré a sus brazos, llorando.

- Estoy aquí, tranquila, nadie te hara daño, vamos, ven conmigo...

Caminamos unos cinco minutos hasta su carro y una vez ahí, sentada en el asiento del copiloto, me dí cuenta de que nunca estaría en paz, no después de ésto.

Stupid BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora