Neverland : the origins

El inicio de la leyenda

En un lugar muy muy lejano,unos cabellos castaños se sacudían mientras Katherine bajaba las escaleras con las manos llenas de acuarela.

Su sonrisa dejaba ver sus blancos dientes y esos ojos color miel radiaban un sentimiento indescriptible.

Soñaba despierta,mientras leía en voz alta en clase o cuando era la hora de cenar.

Sus pinturas se basaban en paisajes coloridos donde todo era alegre y el miedo no existía.
La niña contemplaba las pinturas por horas,no dejaba de imaginar  que era posible un lugar tan magnifico.

Su hermano menor,Peter era un niño revoltoso que amaba correr por todas partes y tomar la vida como un juego.

Katherine no le prestaba mucha atención ya que era un niño de once años y ella estaba a punto de cumplir trece.

Cada día las cosas eran distintas,nuevos vestidos para la niña y toneladas de instrucciones inservibles de cómo comportarse en sociedad.

Peter estaba harto de eso,solo quería jugar y disfrutar el ahora.
Nadie lograba comprender que eran niños que no querían crecer.
Katherine anhelaba entrar en uno de sus cuadros y vivir allí por siempre,no casarse y formar una familia a tan corta edad.

Un día su padre entró por la puerta principal  con una caja púrpura con un moño rosa.

La niña no dejaba de dar pequeños saltos,sus ojos rogaban abrir el obsequio pero debían aguardar a que su madre terminara los bocadillos.

-"Katherine compórtate,por favor"-dijo la mujer que salía con una charola en brazos.

Peter se recostó en el sillón marrón e ignoró la escena que se desarrollaba ante sus ojos.

Finalmente el contenido de la caja de reveló, era un vestido como los que usaba su madre.
No tenía listones coloridos,era muy aburrido para ella.

Katherine hizo una mueca ,agradeció a sus padres y subió a su habitación con el obsequio.

Lo dejo sobre la cama y giro un poco la cabeza,cerró los ojos.

Al momento que los abrió esperaba encontrarse en ese lugar de sus sueños pero no era así,seguía en casa.

Decidió darle una oportunidad a la prenda y se la probó.

Al mirarse en el espejo largo de la pared notó que el reflejo proyectado era una persona opuesta a lo que quería ser.
¿Dónde quedaba la niña que buscaba un mundo lleno de aventuras y felicidad?.

Su madre entró y puso ambas manos sobre sus hombros.

-"No puedo esperar a ver que lo uses en el baile".-Dijo con una gran sonrisa.

Katherine se giró en busca de una respuesta pero era demasiado tarde, la mujer se había esfumado.

En esa habitación permaneció el resto del día pensando en cómo lidiar con las nuevas adversidades.

Mientras tanto, Peter había huido a su lugar preferido,el bosque.

El aire fresco entraba por su nariz e inundaba sus pulmones,ahí se sentía el mismo.                         Tomó una vara que reposaba bajo un gran roble e inició su épica batalla.
Era un juego que le divertía pero debía ocultarlo ya que era mayor para ello,decían los adultos.

El cielo ahora era anaranjado,Peter corrió lo más rápido posible a casa.
Al llegar sus padres se encontraban en el comedor discutiendo,él prefería evitar eso pero al oír su nombre se ocultó.