El Instituto

Me llamo...

Estaba a minutos de pararme de mi asiento y decirle a la profesora que no podía terminar de hacer la actividad, no soportaba como me miraba ese ser a mi lado, me hace sentir mal e incómoda. Cuando de repente me llego un mensaje

Caro:

¿Como te va chiquita?

Yo:

No me quejo, aunque me encuentro en una situación un poco molesta

Caro:

¿Y en esta ocasión a quien tendré que matar?

Yo:

Luego te contaré, tranquila, dile a Ale que cuando salga de clases iremos a su casa ¡Que no se te olvide!

Caro:

Dale BEBEX

Ese último mensaje logro hacer que sonriera de una manera ingenua y al levantar mi cara pude ver cómo el chico me observaba, aunque ya no de la misma forma.

-Disculpa, ¿Que miras? - Se que lo asuste, pero la verdad es que no aguanto más, el no puede intimidarme así y menos de esa manera.

Lo único que recibí como respuesta fue nada.

Así pasaron los minutos y como teníamos que dibujarnos, de alguna manera sin tener que planearlo, nos turnábamos para poder ver nuestras caras, el tiempo pasó más rápido de que lo pensé. Sonó el timbre de salida, y lo último que vi, fue a ese ser levantándose para recoger sus cosas e irse.

La profesora estaba en la puerta inspeccionando cada trabajo de cada alumno que pasaba a su lado, quedamos él y yo a unos pasos de distancia de ella, vemos que está arreglando sus cosas para irse cuando dice...

-Ni crean que no veré sus dibujos – Nos dice ella haciendo que nos sorprendiéramos un poco.

Luego de unos minutos más la profesora toma mi dibujo, que mala suerte tengo, sé que no dibujo tan mal, pero sabía que con las ganas que tenía de irme del salón mi trabajo fue peor de lo que me imaginaba, todo gracias al simple hecho de no estar enfocada en lo que tenía que hacer. Ella mira mi dibujo detalladamente y luego a mi "compañero" y después de hacer algunas incomodas muecas y agarrarle el mentón a el, lo cual se que le molesto mucho con la cara de asco que tenia al momento que ella no soltó.

- No sé cómo decir esto... No está perfecto claro está, pero hay algo en el dibujo que me grita que es el, es como si hubieras capturado su mirada misteriosa – Yo no sabía que decir, pero el si.

- JA – Las dos nos sorprendimos de aquel comentario tan idiota y escandaloso.

- ¿Disculpa? – No sabia si tenia que sentirme ofendida yo o la profesora al frente de nosotros. En un abrir y cerrar de ojos ella le arrebato su dibujo que hizo de mi y en su cara se plasma una boca abierta, como de sorpresa, varias segundos después de puro y completo silencio, muchos segundos para mi gusto por cierto, ella me toma del hombro.

- Mírala, mejor dicho, obsérvala – Después de esa palabra no puedo evitar ponerme tensa – tranquila cariño, no tengas miedo – me dice y, lo siguiente que hace me pone aun más nerviosa de lo que estaba, me sonríe y me toca una mejilla - mira sus ojos tan oscuros pero tan llenos de vida, mira sus cejas gruesas pero ordenadas y mira su nariz tan peculiar – Eso fue todo, no lo soporto mas.

- Ok, creo que ya me observo bastante – me libero del agarre de la profesora y me inclino para agarrar mi bolso y salir del salón cuando alguien me sujeta del brazo y me retiene - ¿Si? – subo la mirada y es él quien me sigue observando atentamente, la profesora esta volteada agarrando su cartera y al incorporarse nos ve.

- ¡Suéltela jovencito! – Los dos nos quedamos quietos tras ese comentario – JAJAJAJA Tranquilos, no le diré a nadie, ya me voy, en mi escritorio están sus dibujos y no tienen nota, era solo una actividad para salir del paso, no se preocupen, solo no tarden tanto – Nos guiña un ojo y se va del salón.

¿Qué le sucede a esa profesora? Ni que fuéramos a tener un encuentro o algo asi, no soy ni loca y no estoy tan desesperada para estar con alguien que ni tiene que decir algo para saber que no le caigo bien.

-Bueno, adiós – Estaba pensando en su nombre y no lo podía recordar, como no me importa estoy tan cerca de salir del salón y lo único que pienso es en ver a mis amigos en un par de horas para contarles mi día.

-Me llamo Leo – sin poder controlarme me paro de inmediato, siento su respiración tan cerca de mi espalda que se me pone la piel de gallina - Adiós Sofía – sale del salón, pasándome por al lado y tropezándose con mi hombro, en realidad fui yo la que tembló, porque para él no fue nada y siguió caminando a la salida de la universidad.

-Que raro es – RING RING RING El sonido de mi celular me despierta del shock

Mama:

- Amor estoy afuera esperándote

Yo:

Si Má, ya voy

Al entrar al carro veo la cara de felicidad de mi madre que dice " CUÉNTAMELO TODO" y como no me gusta decepcionarla, eso hice, claro obviando a el chico "misterioso" . Ella estaba tan feliz por mi que sentí como me contagiaba esa alegría, la cual necesitaba con tantas ganas.

-¿Y eso es todo? – dime mi madre cuando voltea a verme, esta estacionando el carro

-Si mama, no paso más nada – No me gusta mentirle a mi madre pero es que ahora y en todo el camino a casa lo único que puedo pensar es en el... En Leo.