Sentada en esta banca, otra vez. Aún rota.
Ahora consciente de mi alrededor, y de mi.
Ahora consciente de mi soledad.
Ahora consciente de que me afecta mucho más de lo que pensaba.
Ayer lloré, nadie se dio cuenta.
Y lloré de nuevo, por la noche.
Las estrellas pudieron presenciar como todos mis trozos se rompían hasta volverse casi tan pequeños como granos de arena.
Vieron como mis sollozos fueron callados con una almohada y como aún con las mejillas humedas dormí.
Seca y rota.
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Quince días. | Terminada |
NouvellesUna chica que se sienta en la misma banca durante 15 días.