Algún día Crush. (editando)

Tienes que pensar

Esa carta de Natt dejó tantas dudas en mi cabeza "¿un lobo? ¿A quién se refiere? ¿Por qué no me dio la carta?" bueno también era claro que yo no podía preguntarle, se supone que nunca vi esa carta, pero esas palabras daban vueltas en mi cabeza evitando que yo durmiera.

Estaba desayunando con mis hermanas y Madison pregunto algo a lo que debía mentir

—Danielle—me llamo mi hermana—¿te sucede algo?

—eh, no ¿Por qué?—conteste casi en un susurro

—no desayunas, no hablas, no haces chistes, además esta mañana mire tu última conexión y fue esta madrugada a las 2:00 A. M así que imagino que ni duermes— continuo mi otra hermana Kelsey

—¿me andas vigilando?— dije molesta

—no, es solo que me preocupas y me temo que a mi madre también le preocupas

—¿dijo algo?—pregunto

—si... —mi madre interrumpió

—buenos días mis amores— le dio un beso en la frente a cada una

—hola, mamá—dijimos unísono

—¿papá ya se fue?—pregunto Kelsey

—no, aun esta en la habitación — contesto mamá y vimos como Kelsey salto de su silla hacía la habitación, supongo que iba a pedirle algo.

—voy tarde — me despedí y salí a tomar el autobús, y otra vez las letras de Natt no me permitían estar en paz.

(...)

Llegue y al primero que vi fue a Natt, el cual solo intento sonreír y bajo la mirada al suelo y camino desviándose para así evitar cruzarse conmigo.

Entre a clase y esa clase la veía con él, en realidad no estuve atenta a la clase, solo veía a Natt y recordaba aquella carta que no me entrego nunca pero que yo leí.

—ya pueden salir— dijo el maestro

Hoy Mary no asistió a la Universidad así que era mi oportunidad para hablarle a Natt, lo extrañaba tanto

—Natt— dije alcanzándolo

—Danielle...—susurro

—¿Cómo estas?— ay, pero que tonta soy, ¿no pude decir algo mejor?

—bien— sentí que me mentía —¿y tú?

—ah, igual— Danielle tienes que pensar, para eso tienes el cerebro me dije a mí misma mientras el silencio incómodo llegaba a arruinar aún más esta conversación.

—debo irme—dijo Natt

—Okay, que te vaya bien— dije algo triste

—igual — se giró pero al dar unos pasos se giró nuevamente a mí —Danielle, te debo una disculpa

—Eh...— lo mire extrañada

—creo que sería bueno que hablábamos de lo que paso— dijo pasándose una mano por su hermoso cabello

—oh, claro

—¿te parece si nos vemos hoy luego del almuerzo?

—hoy...—hice cara de negación —¿no podría ser mañana?

—es hoy o nunca, por favor Danielle otro día no puedo—

—esta bien, nos vemos más tarde— respondí

Bueno, por lo menos él tomó la iniciativa de proponer hablarme, pero algo me causaba duda, ¿por qué tenía que ser hoy? Luego de varias hipótesis escogí la más obvia, Mary no estaba para arruinar todo como siempre lo hacía.