Capítulo 13 "Todo de nuevo"

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12 de Julio, 2014

Piso mi cabeza en la almohada de la habitación de Valentín, sintiéndome completamente vacía. Aspiro el olor de su cabello y lágrimas salen al recordarlo.

Valentín se había ido a España por su padre, quién se encuentra enfermo, y me dejó sola y desprotegida de Ana y Julieta.

El bullying de ambas había comenzando de nuevo al saber que mi novio salió del país. No puedo describir como me siento en este momento: abandonada, destruida y sola. Quizás mucho peor que 3 meses atrás, porque finalmente había conseguido a alguien que me quisiera como soy y lo perdí.

El nudo de mi garganta no desaparece por nada, suelto un grito intentando poder sacarlo. Pero sigue estando ahí,  matándome por dentro y destruyendo mi garganta.

Miro al techo y siento todos los momentos juntos tan cerca pero a la vez tan lejos, como si estar con Valentín hubiera sido todo un sueño... una fantasía creada por mi.

Me levanto de su cama y voy hacia la cocina. Me pregunto que estará haciendo ahora, quizás volvió a su antigua vida allí: con sus amistades, su familia y la chica que le gustaba. Quizás ya se olvidó de mi al ver aquella chica rubia que le gustaba hace dos años. No me sorprendería en absoluto, ella debe ser hermosa y divertida, cosas que yo no tengo.

Sólo tengo la esperanza que él sea feliz, porque lo merece. Valentín es el tipo de persona que se merece el mismísimo cielo si es posible.

Camino hacia el colegio, con lágrimas en los ojos. Demonios, decir que lo extraño es poco, lo necesito... Necesito a Valentín con todo mi ser. Se convirtió en una persona que valió mi existencia durante el tiempo que estuvimos juntos.

××××××

-Idiota.-Dice Ana empujándome con el hombro, estamos saliendo de la escuela. Todos se quedan callados al escuchar su comentario.-Ahora que no está tu noviecito para protegerte, ¿qué harás? ¿llorar como maricona como lo eres?

-No... no soy maricona.-hablo en voz baja, arrepintiendome de mis palabras. Soy una tonta al haberlas dicho, sé que eso será mucho peor.

-¿En serio? ¿me estas jodiendo, pelotuda?.-Dice Julieta tirando mi cabello a un lado. Me tira al suelo, y me pega una patada en un estómago, toma mis mejillas ahora llenas de lágrimas y me levanta la cabeza.-¿esto es poco para ti, no?.-Agrega el mismísimo demonio sonriendo con malicia. Clava el taco de su zapato en mi estómago y hace un poco de fuerza.-Vamos, levántate. Sigo aburrida todavía.

Me levanto porque sé que si no lo hago será peor, corro y Abraham me alcanza y me alza hacia Julieta y Ana de nuevo, comienzo a rogarle que me suelte pero hace caso omiso.-Emma, soy tu peor pesadilla, no escaparás jamás de mi.-Golpea con su codo mi cara, me duele mucho la nariz y vuelvo a llorar, Abraham me tira al suelo si fuera de papas, sin cuidado y sin preocuparse si lo rompe o no. Siento como el sabor de mis lágrimas y sangre cae en mis papilas gustativas.-Nos vemos en la próxima, Emmy.-Dice Julieta alejándose. Me duele todo, lo necesito. Demonios, Valentín no puedo otro día más sin ti. Permanezco en el suelo un tiempo más, intentando levantarme pero me duele cada parte de mi cuerpo.

-¡Emma!.-Siento una voz masculina.-Mierda, ¿qué te hicieron?.-Miro la cara de la persona y veo su cabello rubio alborotado y su camisa con los primeros botones desabotonados.

-Papá.-Le digo a Daniel que está en frente mío con lágrimas en sus ojos.

-Pequeña, no te muevas. Iremos al doctor y te juro que todo va a estar bien.-Besa mi cabello y vuelvo a llorar, agradecida de su acto.

Él me levanta con sumo cuidado y me sube en los asientos traseros del auto, arranca rápidamente y emprendemos un viaje hacia allí.-Lamento haber llegado tan tarde, Em, si tan sólo hubiera llegado más temprano hubiera evitado esta situación.

-Papá, está bien.-Digo intentando calmarme a mi misma. Él me mira preocupado.

-Em, lamento haberte dejado sola todo este tiempo.

××××××

-Sólo tiene unas cuantas lesiones graves, la mayoría ubicadas en la zona de la muñeca a causa de los cortes.-Dice la mujer castaña a mi padre, él me mira con cierta tristeza en sus ojos.

-Pequeña.-Dice con la voz rota.

-Esto no es tu culpa.-Intento tranquilizarlo de nuevo, él toma mi mano y suelta unas lágrimas.

-¿Quién te hizo esto, Emma?.-Pregunta ahora la doctora examinando mis heridas.-Hay muchos golpes, agregados a lo de hoy. Tienes muchos moretones en todas partes del cuerpo. No es algo reciente.

Papá me besa el cabello diciéndome que todo está bien y que estoy segura ahora.-Me golpean en la escuela.-Daniel cierra los ojos y tapa su cara con las manos.

-¿Cuándo comenzó todo esto?.-Pregunta la mujer. Miro al suelo, avergonzada y nerviosa.

-Dos años.-Digo intentando que mis palabras no salgan trabadas. La doctora asiente. Venda mis muñecas.

-Te  cambiaras las vendas todos los días, Emma. Tienes prohibido ir a las clases de Educación Física por un mes completo, tu cuerpo no está apto para hacer actividad física.-Dice ella mientras escribe.-Y por favor, no te cortes: esas marcas son permanentes. Quedarán ahí toda tu vida, pequeña.-Finaliza ella con una sonrisa. Intento devolversela pero sale una mueca horrible.

Daniel asiente hacia la doctora.-Entonces, Elena, ¿qué te cocino está noche?

-Cualquier cosa, amor.-Dice la castaña con una sonrisa hacia mi padre.-Tienes una hija hermosa, Daniel.-Agrega ella, entonces... ¿ella es su novia?

-Vale, entonces nos vemos en casa.-Finaliza Daniel besando su mejilla.-Te amo.

El rubio sale por la puerta acompañado conmigo, él mantiene su mirada en el suelo.-Lamento no haber estado en todos estos años, siento que todo lo que te pasa es por mi culpa, Em.

-Papá, esto no es tu culpa. Es mi culpa por ser tan idiota por no saber defenderme.

Daniel besa mi cabeza.-¿Te gustan las milanesas con puré de papas?.-Pregunta él con una sonrisa en su rostro.-Me gustaría hablar contigo sobre todo, pequeña

Cartas para la suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora