55. Nuevas Oportunidades

8.6K 536 47
                                    

CHASE

Definitivamente visitar a Jade de sorpresa en su universidad fue una de las mejores ideas que he tenido y de las cuales jamás me arrepentiré. La castaña no podía dejar de abrazarme y decirme lo mucho que me extrañaba, mientras que yo le repetía lo mismo.

Ambos estábamos echados en su cama conversando de lo que nos había pasado aquellas últimas semanas cuando la puerta se abrió, dejando entrar a mis amigos y a William.

— ¡Chase! —Diego me abrazó al igual que Tobias, a lo que yo solté varias risas mientras que ellos me miraban incrédulos.

— ¡¿Pero cómo?! —preguntó Tobias, riendo.

—Decidí caerles de sorpresa —me alcé de hombros con una sonrisa.

Mi mirada se dirigió al casi-novio de Jadeline, quién no me quitaba la suya de encima. Me acerqué a él y puse mi mejor sonrisa para estrechar su mano.

—Chase, un gusto conocerte en persona.

—Lo mismo digo —me sonrió, algo incómodo. Se acercó a Jade y depositó un beso en su frente —. Perdón la tardanza, tuvimos un problema con el profesor de ciencias.

—No quiero escucharlo —comentó la castaña, haciéndome reír.

Después de ponerme al día con los chicos, Jade decidió llevarme a dar una vuelta alrededor del campus. Pude notar la mueca que salió de los labios de William, lo cual me hizo sonreír de manera inconsciente. Jade tomó mi mano y ambos salimos de la habitación, para ir a caminar hacia dónde fuera que ella quisiese llevarme.

— ¡Wow! Es hermoso —comenté, mirando el gran jardín. Ella asintió, ofreciéndome una de sus sonrisas.

No pude evitarlo y la rodeé con mis brazos, tomándola por sorpresa. Había extrañado estar con ella, solamente los dos, ambos demostrándonos lo mucho que nos queríamos y que significábamos para el otro. Extrañaba que ella solo tuviera ojos para mí y que solo estuviera conmigo.

Jade me rodeó con sus brazos y escondió su rostro en el hueco de mi cuello, haciéndome sonreír. Deposité un beso en su cien y ella besó mi mejilla con una sonrisa, lo cual me hizo recordar a los viejos tiempos, en los cuales ninguno de los dos nos preocupábamos por tener sentimientos por el otro. En aquel momento, ambos solamente nos veíamos como hermanos, mejores amigos, personas las cuales siempre estarían para el otro sin importar el costo.

Y esa, esa chica era mi Jade.

— ¿Y Maya? —preguntó, una vez que estábamos sentados en el césped.

—Ella quiere superar a Diego utilizando a Lucas, pero él ya se dio cuenta y han decidido quedar como amigos —me alcé de hombros —. La rubia no aprende.

—Muy pronto lo hará, y encontrará a un chico que la quiera mucho o casi igual de lo que quería Diego —me aseguró, sonriendo —. Solamente tiene que estar tranquila y esperar. Es peor cuando lo buscas y paras detrás de ello.

— ¿Tú esperaste por Will? —pregunté, mirando al lago.

El silencio se apoderó de nosotros y ella apoyó su cabeza en mi hombro izquierdo, haciéndome sonreír. Deseaba poder congelar aquel momento y solamente quedarnos los dos, deleitándonos con la compañía del otro. Era un momento único y se quedaría en mi mente para siempre.

— ¿Sabes? Siempre me pregunto que hubiera sucedido si tú y yo nunca nos hubiéramos enamorado —sonrió, alzándose de hombros —. Creo que nos hubiéramos ahorrado un montón de problemas —comentó, haciéndonos reír a ambos —. Pero, nunca cambiaría aquello por nada del mundo.

La miré a los ojos y entendí lo que me estaba tratando de explicar. Nuestra oportunidad de estar juntos ya había pasado, y era momento de que ambos lo dejáramos ir para conocer a nuevas personas y darnos nuevas oportunidades de amar. No me sentía listo para dejarla ir completamente, pero entendía que siempre estaría ahí para ella, no cómo su pareja, pero cómo su mejor amigo.

—Yo tampoco —admití, sonriéndole —. Te amo, Jade.

Jade sonrió con lágrimas en sus ojos y se inclinó para depositar un beso en mi frente. Se levantó del césped y salió corriendo hacia los dormitorios, dejándome solo en medio del gran jardín de la universidad. Sentía demasiada paz en mi interior.

¿Por qué? Por qué a pesar de todo, ella seguiría siendo mía.

JADE

Me sentía en paz conmigo misma, sentía que por fin había cerrado el capítulo de algo hermoso para empezar otro lleno de alegría y sin preocupaciones.

Toqué su puerta varias veces hasta que me abrió. Al mirarme, se quitó sus audífonos y me miró con una sonrisa en los labios. Ambos nos quedamos mirando por varios segundos hasta que él rompió el silencio.

— ¿Soy yo?

Solté una risita al igual que él, para luego rodearlo con mis brazos. Lo único que se escuchaba en la habitación eran los latidos de nuestros corazones, los cuales estaban acelerados. Nos separamos lo suficiente para vernos a la cara y él juntó nuestras narices, haciéndonos sonreír.

— ¿Pero yo pensé...?

Rodé los ojos y junté nuestros labios, haciendo que se callara de una vez por todas. William rió en medio del beso y me rodeó con sus brazos, atrayéndome mucho más a él.

Chase había sido un bonito capítulo de mi vida, el cual acababa de cerrarse de una manera la cual me tomó por sorpresa. Nunca olvidaría las cosas que ambos habíamos pasado juntos, por qué eran detalles hermosos los cuales siempre recordaría. Haberme enamorado de mi mejor amigo fue una de las mejores cosas que ha podido pasarme, por qué no solo me enseñó muchas cosas, me demostró que la vida tiene muchas sorpresas guardadas para ti.

También he aprendido que te puedes enamorar de la persona que menos esperabas, que no siempre sucederá todo lo que tenías planeado. Siempre habrán obstáculos que te harán una mejor persona, los cuales cambiarán tu manera de ver tu día a día.

Y todo eso lo había aprendido gracias a estar enamorada de Chase Efron, quien no solamente es mi mejor amigo, si no también es mi hermano y la primera persona de la cual me enamoré de verdad. No podía evitar sonreír al pensar en todas las cosas que habíamos vivido juntos.

Pero era momento de que lo dejara ir, y que él me dejara ir también. Era tiempo de que ambos cerráramos un hermoso capítulo de amor para que pudiéramos empezar uno mucho más grande.

—Te quiero, Jade —me susurró William, haciéndome sonreír.

—Yo también te quiero.

Enamorado de mi Mejor Amiga ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora