~My Stories, My Moments~ .:The Passion Flower:.

Capítulo 1

Aún recuerdo esas historias que me contaba mi madre. Fui la tercera heredera aún puesto de la familia de ese amor que lucho tanto para estar juntos, y la más parecida a mi madre.

Pero a pesar de ello, los recuerdos son escasos y borrosos, que no permiten buscar al menos una pista de su rostro, o incluso de mi antigua habitación.
Lo perdí todo, hasta que lo conocí a él.

Su nombre era Shintaro.

Al parecer en el cumpleaños #2 de aquel chico, una cigüeña tocó a la puerta de la casa de sus padres, para dejar a una bebita pelirroja, de ojos azules, en una noche en el que el cielo y aquel lugar se iluminaba con la hermosa luz blanca de la Luna y las estrellas.

Esa dulce e indefensa bebita era yo, que en unos segundos había adoptado el nombre de Star, fue como entonces fui recibida entre las manos de la hermosa pareja Kisaragi. Fui educada, criada y amada por ellos como una hija de sangre, pero Shintaro al saber que ya no era el hijo único, empezó a cambiar, volviéndose "mi monstruo de las pesadillas". ¿Y por que le puse así? Pues con el paso del tiempo el me hacía bromas, sobre la muy conocida barrera de los mundos. La cuál dividía a humanos, de seres mágicos.

Con el tiempo pude armar valor y defenderme de las bromas pesadas de Shintaro, aún recuerdo aquella vez en que me subí al techo de la casa para lanzarle globos, mientras él y sus amigos acampaban en el patio de la casa, bueno al menos los refresque, no?.
O cuando puse un calcetín rojo entre su ropa blanca y ando una semana con su ropa interior rosa.
O cuando le puse un chile en su sandwich del desayuno.

Le había devuelto las bromas, pero el seguía atacando, hasta dar el grito final de zona de paz. Que no duro mucho, pues exactamente al cumplir los 8, uno de sus amigos empezó a llevarse muy bien conmigo y una nueva broma había sido anotado en la lista del rebelde sin causa Shintaro Kisaragi.

"El Amor"

El Amor...el amor...aún no tenía edad como para enamorarme no es así?

El único amor que podía aceptar en ese entonces era por mi familia y por la música.

Nada más, Shintaro Kisaragi, no empieces con tus ilusiones al futuro.