¿Mala suerte?

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Hola, mi nombre es Ann, tengo quince años, soy Chilena y soy depresiva, vaya, escribirlo suena aún más cliché. ¿Que cómo comenzó todo? Déjame y te cuento.

Tengo dos hermanos, uno pequeño y otra la cual no vive conmigo desde que era muy pequeña, él se llama Arturo y tiene ocho años, ella Mery y está casi por los treinta, siquiera sé cuantos años tiene. Vivo con mis dos padres, mi madre Alejandra y mi padre Gustavo, menudos nombres más comunes, ¿no? Ambos están casados hace doce años, viviendo felices y perdices y . . . esas bobadas del amor, ¿bobadas? eso era lo que pensaba cuando era . . . no muy pequeña a comparación de ahora. Sinceramente no me molesta mi familia, tenemos buenos tratos y una convivencia amena, sin embargo, no soy una persona que soporte tener que lidiar con opiniones negativas ajenas, y no, no soy de la gente que dice: " Ay, no me importa lo que digan de mí. " Simplemente disfruto de la soledad o en último caso, la buena compañía, saquen conclusiones ustedes solos.

Cuando era muy pequeña vivía en Fraga, una ciudad pequeña, sofocante en verano e insoportablemente fría por invierno, no posee cerros, por lo que es totalmente plana y tras ser pequeña, se puede fácilmente recorrer en un día sobre una bicicleta. Personalmente diría que es más bien un pueblo, un pueblo bastante alejado de todo y todos, no hay mucha gente habitándola por lo que se hace ligeramente agradable. Mis padres en ese tiempo trabajaban ambos, yo no tenía más de cuatro años, por ende, como vivíamos cerca de mis abuelos ellos se ofrecieron a cuidarme mientras se ausentaban, todo de colores, ¿verdad? lástima que duró sólo un día. Ese mismo y único día en el que mi abuela cuidó de mi por un par de horas tras llegar mis padres les mencionó que yo era inquieta, llorona e insoportable, ¿se lo pueden creer? Já, ni yo, según lo que mi madre me comentó yo era la niña más tranquila, dormilona y silenciosa que podía existir, que contradicción, años después me vine a enterar que mi abuela había dicho aquello porque mi tía le había pedido que cuidara a sus dos hijos, que estupidez más grande. Sucedido aquello mis padres acordaron que nos mudaríamos, y realmente no era una ciudad cercana, dos horas en automóvil teníamos que andar para llegar. 

Macera, una ciudad horrible pero bastante grande y según todos, "Patrimonio de la humanidad" Yo me preguntaba, ¿cómo puede ser patrimonio de la humanidad una ciudad tan fea, anticuada y sucia? Claro, esto lo vine a pensar estando más grande, de pequeña una no se entera de nada. Nos mantuvimos de casa en casa, mudanza casi todos los meses, sin embargo, el tema del colegio no fue problema, mis padres me matricularon en uno el cual solo tenía la primera etapa, la primaria, era una escuela pequeña, eso fue lo que más me agradó, no habían muchos niños ni profesores, incluso algunos se repetían en bastantes asignaturas. Tras al fin encontrar un buen lugar en donde vivir mis padres levantaron en aquel terreno una pequeña casa, claro, no necesitábamos más, estábamos ellos dos, mi hermano recién nacido y yo, era perfecta, eso pensaba.

Mis primeros años en aquella escuela no fue para nada difícil, hice amigos el primer día, vaya facilidad tenía uno para hacer 'amigos' de pequeño, claro, le consideramos amigo hasta al que nos prestaba un lápiz. Sinceramente, si, si que hice amigos de mayor en aquella escuela, sin embargo, nos hice cuando ya estaba en mi último año, era una muchacha muy extrovertida, no obstante, ermitaña total y para nada social, siempre fui así, alejaba a la gente mala de ese modo, creo que no me arrepiento realmente de haberlo hecho.

En el año 2013 un 14 de Febrero, que ironía, ese día en el cual yo curiosamente estaba de vacaciones en la casa de mis abuelos en Fraga escuchábamos las noticias y estas informaban que en Macera se estaba llevando a cabo un enorme y catastrófico incendio, mostraban imágenes y nuestros estómagos poco a poco se apretaban, nuestras gargantas nos presionaban de una forma increíble y estábamos a punto de romper en llanto tras recibir una llamada de una de las primas de mi padre la cual vive cerca de nosotros diciéndonos directamente que nuestra casa se había quemado, que increíble, ¿la mala suerte nos sigue? si, quizás y nací con ella tras nacer un 18 de Septiembre. Mis padres desesperados se fueron rápidamente a Macera en el auto, no se tardaron ni media hora en llegar considerando que el viaje es normalmente de dos horas, según lo que me relataron era un caos, una bola de humo no dejaba ver casi nada, cubría toda la ciudad y llovía la ceniza, mi hermano y yo no nos fuimos de Fraga en ese momento, estuvimos casi un mes allá, lo cual, obviamente a mi no me hacía puta gracia, jamás había tenido una buena relación con el resto de mi familia por parte materna, escuchaba cosas las cuales hubiera preferido jamás escuchar, vi cosas las cuales intento día a día borrar de mi mente, tuve que aguantar cosas las cuales, pensándolo bien ahora jamás debí aguantar. Un desastre total, ansiaba con todas mis fuerzas poder irme aunque sea de regreso a la ciudad horrible de Macera, cuando regresamos tuvimos que quedarnos en casa de una prima de mi madre la cual casualmente vivía igualmente en esa ciudad, comenzaron las clases y realmente no tuve un buen desempeño académico, y no fue principalmente por lo sucedido, no me interesaba en lo más mínimo aquello, fue por simple desinterés, no tenía ganas de estudiar ni hablar con nadie, prefería estar en mi casa jugando con mis amigos imaginarios . . . sólo bromeo, pasaba tiempo con mi familia, claro, cuando nos llevábamos todos mucho mejor.

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