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"I thought I would be happy by now"
-Anna.- Dije mientras me levantaba de la banca y la miraba.
-¡Dios estás tan grande y hermosa!- Chilló mientras me ahogaba en un abrazo el cual yo no correspondí.
-¿Ya terminaste? Tengo frío.- Dije seca, esta me miró decepcionada.
-Creí que estarías feliz de que nos volviéramos a ver.- Dijo con un tono de decepción en su voz.
-Creíste mal.- Dije de mala gana.
...
Después de meter mis maletas en su lujosa camioneta subimos a esta y no tardó en bombardearme con sus preguntas.
-¿Es acaso que no me has perdonado aún?- Preguntó mirándome.
¿Hablaba enserio? ¿Me jodió toda mi infancia y me trató como la mierda y pretende que seamos las mejores amigas del mundo ahora?
-¿Qué has hecho para que te perdone?-Contesté mientras miraba el paisaje por la ventana.
Esta no contestó y siguió con el trayecto, gracias a Dios no volvió a hablar.
Si estaba aquí era para vengarme de lo que ella me había hecho.
...
Llegamos a un fraccionamiento demasiado lujoso y modernista, ella tenía dinero para esto y más.
Anna aparcó fuera de una enorme casa modernista color gris con blanco; aburrido.
Bajé del auto y miré a mi alrededor, era bonito, nada parecido a donde yo vivía en California, en los suburbios.
-¿Qué te parece la casa?- Preguntó a mi lado y ni siquiera me había dado cuenta de que ella sola bajó mis maletas, bueno tenía demasiada fuerza así que ella podía sola.
-Aburrida, cómo tu.- Contesté con indiferencia y tomé una maleta.
...
Después de un largo e innecesario recorrido por toda la casa finalmente me iba a mostrar mi cuarto.
-Este es tu cuarto.- Anunció y abrió una puerta blanca al final de un largo corredor, este era enorme, mínimo tres veces mas grande que el que tenía en California.
-Gracias.- Dije mientras miraba todo.
-Siéntete como en casa, iré a hacer la cena.- Dijo con una sonrisa en su rostro y cerró la puerta.
Yo por mi parte me puse a recorrer el cuarto, tenía un vestidor enorme, nunca llenaría eso con mi ropa que aunque amaba la ropa no tenía dinero para comprar cuanta yo quisiera.
Seguí admirando el cuarto y me di cuenta que tenía un balcón el cual daba al patio y se veía la enorme piscina la cual ahora se encontraba semi congelada debido al frío.
Acomodé mi ropa, me di una ducha y en cuanto me recosté en la cama caí en un sueño profundo.
...
Me despertó un fuerte ruido en mi puerta y de inmediato fui a abrir, era Anna.
-Oh estabas dormida, lo siento.- Dijo en cuanto vio mi cara de pocos amigos.
-Que observadora.- Dije rodando los ojos.
-Solo quería avisarte que la cena está lista.- Dijo y se fue.
Yo por mi parte me puse ropa cómoda y me dispuse a bajar a cenar ya que mi estómago pedía algo de comida.
Cuando bajé las escaleras casi me caigo hacía atrás cuando vi al esposo de Anna sentado en el comedor, creí que estaba de viaje o algo así.
-Que bueno que si cenarás con nosotros.- Dijo Anna en cuanto me vio, ocasionando que el tipo el cual no sabía su nombre o mas bien no me acordaba me mirara de pies a cabeza.
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