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"I can taste the danger but I don't wanna run"
-Hey, despierta bella durmiente.- Dijo Robert mientras abría mis cortinas.
-Noooo.- Dije y me escondí debajo de mis cobijas.
-Hice desayuno.- Dijo sentándose a mi lado, yo lo ignoré ya que de seguro su "desayuno" es un smoothie o algo así.
-Hice tocino.- Dijo y yo de inmediato salí de mis cobijas.
-¿En serio?- Le pregunté y este asintió.
...
-Anna nos mataría si nos ve comiendo esto.- Dije mientras miraba el tocino y huevos que Robert había cocinado.
-Anna no esta aquí o ¿si?- Dijo mientras se sentaba frente a mi.
-Wow, en verdad eres bueno cocinando.- Dije sorprendida mientras saboreaba el dulce sabor de las calorías, las cuales no había probado mucho desde que llegué a esta casa.
-Soy bueno en muchas cosas ¿sabes?- Dijo en un tono el cual no pude descifrar.
-Voy a dormir lo que resta del día.- Dije cuando terminé el desayuno.
Cuando llegué a mi cuarto, contesté los mensajes de Amelie, Matt y Julian.
Justo cuando estaba por quedarme dormida de nuevo recordé los eventos de la noche anterior, Robert se había portado tan amable... me gustaría que fuera así siempre, también recordé su mirada y so tono de voz hace unos momentos, ¿por qué se comporta tan extraño?
...
El domingo Anna decidió que sería buena idea hacer una comida con varias personas ya que el clima estaba increíble para usar la piscina, invité a Amelie ya que no quería estar sola.
Los amigos de Robert y Anna habían comenzado a llegar y yo me sentía algo incómoda entre tantas personas que no conocía.
-Hey.- Dijo Robert sentándose a mi lado, yo simplemente lo miré.
-¿Entrarás a la piscina?- Preguntó mirándome, sabía que estaba mirando mis piernas ya que traía puestos unos shorts algo cortos.
-No, no sé nadar.- Dije avergonzada, este me miró asombrado.
¿Ridículo no? Tengo 17 años y la mayoría de mi vida había vivido en California pero aún así nunca había aprendido a nadar.
-¿Estás bromeando cierto?- Preguntó serio.
-No.- Dije y este rió.
-Eres un idiota ¿sabes?- Dije molesta y entré a la casa.
...
Amelie había llegado finalmente y trajo con ella un delicioso pastel de chocolate ya que esta amaba hornear.
Habíamos estado platicando acerca de cualquier cosa que se nos viniera en mente, es por eso que nos habíamos hecho buenas amigas, podíamos hablar de cualquier cosa sin aburrirnos.
Nos encontrábamos en la cocina sirviéndonos algo de limonada cuando Robert entró a esta para tomar una cerveza del refrigerador.
-Voy al baño.- Dijo Amelie y desapareció entre los pasillos.
-Hey, siento lo de hace rato... en verdad creí que estabas bromeando.- Dijo acercándose peligrosamente.
¿Por qué últimamente siento que se acerca demasiado a mi?
Yo me mantuve en silencio, lo que pareció molestarlo ya que me miró enojado.
-¿Acaso te pongo nerviosa?- Preguntó cínicamente.
Justo antes de que pudiera contestarle, el timbre sonó y Robert fue de inmediato a atender la puerta.
¿Qué mierda acababa de pasar?
-Julia, ven acá.- Dijo Robert y yo rodeé los ojos y lo ignoré.
-Llegué.- Dijo Amelie entrando a la cocina de nuevo.
-Mira lo que trajo el viento.- Dijo Robert entrando a la cocina seguido por Julian.
¿Qué demonios hacía Julian aquí?
-Hey.- Dijo este con las manos dentro de sus bolsillos.
-Julian, que sorpresa.- Dije mientras le daba un beso en la mejilla, pude ver como Robert rodaba los ojos y se salía de la casa.
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