Capítulo 3

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Camila nunca en toda su vida había roto una rutina.

La rutina de ir a leer el periódico todas la mañanas al parque era sagrada porque no se podía perder el hermoso amanecer pero ahora, estaba quien sabe por qué sentado en su banca favorita con el periódico del día a las 6:00 pm esperando que cierta idiota apareciera para sentarse a su lado.

La nota del día seguía siendo la maestra abusadora de infantes (habían cambiado el titulo) que ahora resultaba tenia cómplices entre las mismas madres quienes se daban cuenta de los maltratos pero nunca alzaban la voz.

Frente a la banca donde Camila estaba sentada,  una pareja de chicas se sentó mientras permanecían con las manos agarradas, una de ellas tenía una linda rosa en sus piernas que de vez en cuando acariciaba como si fuera la cosa más preciada del mundo, aunque posiblemente lo más preciado para ella estaba tomando su mano en esos momentos.

-          Que lindas ¿verdad?

La voz de Lauren sobresalto a Camila que dio un pequeñito brinquito en su lugar por el susto y Lauren se rio de ella.

-          No es divertido-se quejó Camila

-          Si lo fue- insistió Lauren pero al ver la cara de molestia de Camila se apresuró a disculparse- lo siento pero fue divertido, en serio perdón y gracias.

-          ¿Por qué?

-          Por venir  en la tarde como te lo pedí ayer.

-          Ah eso... en la mañana me ocupe y por eso vine hasta la tarde ni creas que fue por ti.

-          Como sea estas aquí y me alegra.

Camila desvió su mirada de Lauren y concentro su vista en la rosa de la chica, era una pena que las personas cortaran esas bellezas de su hogar solo por estética pero es que las flores eran realmente hermosas.

Si se van a marchitar mínimo que sean en manos de quien amas y no solas en un triste jardín.

Eso era lo que pensaba Camila a veces, aunque posiblemente su pensamiento era erróneo.

-          ¿te gustan las flores?- pregunto Lauren cuando noto que Camila no dejaba de ver la rosa.

-          Las gerberas- dijo Camila- son mis flores favoritas.

Camila espero a que Lauren dijera algo más pero en cambio este se quedó callada observando a la nada.

-          ¿Cuáles son tus flores favoritas Lauren?- pregunto Camila y se puso algo nerviosa al notar que era la primera vez que llamaba a la otra por su nombre.

-          No me gustan las flores- dijo- si quieres regalarme algo mejor una fruta, me encanta el mango

Camila rio.

Era la primera vez que reía frente a esa idiota.

Y Lauren le correspondió la risa.

No sabían porque reían ya que ninguna de las dos había dicho algo gracioso pero el ambiente estaba corriendo tan bien que reír por cualquiera cosa parecía ser lo correcto.

Camila por un momento pensó en que Lauren y ella tal vez a los ojos de los demás se veían enrolladas en el mismo ambiente que las chicas de enfrente.

Solo que ella no podía tomar la mano de Lauren y dudaba que la otra fuera del tipo que regalaba rosas a su pareja.

-          En otra ocasión te regalare una gerbera- dijo Lauren levantándose y Camila sonrió enormemente ante esa idea.

Quiso pedirle esta vez que se quedara un momento más para platicar pero seguro ella  tenía cosas importantes que hacer.

-          Y yo una fruta- dijo Camila en broma.

-          Si mañana pudieras venir en la tarde, te lo agradecería mucho.

Sin más que decir Lauren repitió la misma acción de siempre, estiro su cuerpo y camino por el camino de hojas secas hasta perderse por la cancha de fútbol.

Otoño - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora