Ven, solo quiero escuchar tu voz otra vez, molestame por la mirada perdida y falta de humor, mirame mientras no estoy atento, átame con esa sonrisa a juego con tus ojos brillantes.
Encuentrame de nuevo, hablamos hasta la madrugada y que nuestro enemigo sea el sueño.
Déjame ser el motivo de tu sonrisa casual que siempre tratas de ocultar. Déjame amar el mundo a través de ti; vuelve a ponerlo de cabeza.