1 Robin

1.9K 37 16
                                    

─ Cariño, sal por la otra puerta, no vayan a vernos juntos.

No consigo quitarme de la cabeza la naturalidad con la que me soltó aquello, sin inmutarse. Y lo peor fue lo poco que me sorprendió. Él, como siempre, tan encantador y desagradable al mismo tiempo. Pero no he dejado de darle vueltas desde anoche. Exactamente, ¿qué le preocupa? ¿Que lo vean otra vez con una tía? ¿Que se hable de él, cosa que le encanta? ¿O será que no quiere que lo relacionen con una chica como yo, que no tiene nada que ver con sus anteriores líos?

Lío, eso es lo que tengo yo hoy. Sacudo la cabeza esperando que él movimiento físico me ayude a ordenar las ideas. Miro la hora en el móvil y tengo motivos para sonreír; voy a ser puntual y sin ni siquiera tener que maquillarme en él metro. Voy a evitar las miradas crueles y despectivas de las chicas perfectas con las que suelo coincidir y que no aprueben que me retoque a la vista de todos. Lo que no saben es que, gracias a mis malabarismos, estoy desarrollando una técnica depurada ¡que ya querrían ellas! Podría hacerme un ahumado hasta en un avión durante un aterrizaje movido. Lo sé porque lo he hecho... Pero reconozco que mi objetivo esta semana es evitar ir a matacaballo todo el día, y eso implica no tener que terminar de arreglarme en el transporte público, por muy bien que se me dé. Así que, de momento, caos cero, Robin uno.

Y eso que esta mañana no pintaba nada bien cuando, desesperada, incluso barajé la posibilidad de ir de compras ante la típica crisis «no tengo nada que ponerme». Tras probármelo todo y dejar mi casa como si Bella y Edward hubieran pasado su noche de bodas en mi dormitorio, por fin di con EL MOBDELITO: falda skater, crop top con estampado de helados y zapatillas blancas. Parecerá una tontería, pero sentirme favorecida me da una seguridad extra.

El metro pasa por la estación de Bilbao, la próxima parada es la mía. ¡Si hasta voy a tener tiempo suficiente para tomarme un té chai con soja antes de llegar! Eso sí, a precio de adosado en la costa (menos mal que no todos los días voy bien de tiempo...).

Todo está saliendo según mis cálculos, pero a pesar de lo bien que se me está dando el lunes siento esa palpitación en el pecho, ese gusanillo en el estómago... Creo que ya puedo decir, tajante, tras un año en la radio, que no son nervios... ¡Es emoción! Y aunque resulta algo estresante vivir con este cosquilleo, no querría dejar de sentirlo nunca, porque me demuestra que sigo enamorada de mi trabajo.

Saco mis apuntes y repaso las preguntas por décimo octava vez. Hoy, por fin, tendré en mi programa a los chicos que protagonizan el último fenómeno musical de nuestro país. Estoy deseando preguntarles cómo están viviendo esta experiencia, qué proyectos tienen, qué han preparado para su próxima gira... Mi móvil vibra en mi nueva mochila de polipiel negra acolchada (que me tiene loca de amor, con ella no tuve dudas esta mañana) y leo a Rebeca, que me da los buenos días... a su manera, claro.

─ Hoy entrevistaremos a los buenorros de Dani y Jesús, ¿no? Dales un morreo de mi parte, anda.

─ Hola, loquita, ¿qué tal si te buscas un chico de tu generación y dejas de babear con menores de edad? #EresUnaBeliever

─ Mira quién fue a hablar... Seguro que te has puesto falda, zapatillas y mochila... #SoyMasDeHarryStyles

No puedo evitar sonreír, ajena al resto de zombis que viajan a estar horas en mi vagón. Por lo bien que me conoce y por su amor por él greñudo de One Direction, empiezo a temer qué pasará él día que tenga que entrevistarlos. Lo mismo me secuestra y se presenta ella en mi lugar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 21, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Forever, Se Buscan PrincesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora