La muñeca de Porcelana

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"¡Mama, quiero esa muñeca!" Dijo la pequeña Isabel totalmente nerviosa por tener una nueva muñeca. "Volveremos mañana para comprártela, ¿vale? pero recuérdamelo, Isabel" le contesto su madre en la misma tienda de antigüedades.

Isabel tenia solo siete años y medio, pero ella podía tener todo lo que le gustaba gracias a su mirada de pena que les ponía a sus padres. Esa misma noche, la pequeña tuvo dificultades para dormirse ya que solo pensaba en su futura nueva muñeca. Incluso si tenia un brazo menos, era la muñeca de porcelana mas bonita que había visto nunca. Ella tenia muchas, pero esa iba a ser la mas bonita de su colección.

A la mañana siguiente, Isabel desayuno viendo sus dibujos favoritos, como cada mañana. Había soñado tanto con su muñeca que tenia sueño, estaba cansada y ya no quería esa muñeca. Ya no le gustaba, así que paso el día enjugazada con otras cosas y no le recordó a su madre que tenían que ir por la muñeca, porque ya no la deseaba.

Llego la noche e Isabel fue a acostarse al piso de arriba. Ella tenia miedo de estar arriba sola, así que su madre subía con ella y se ponía en la habitación de al lado a coser. Una media hora mas tarde de haberse acostado, una voz aguda despertó a la niña susurrándole al oído: "Subo 1, 2, 3 escalones..." La pequeña Isabel grito asustada llamando a su madre: "Mama, hay alguien en la escalera que hace ruido " Su madre la tranquilizo diciendo que no había nada en absoluto. En cuanto la madre abandono la habitación, Isabel volvió a oír ese susurro que le dijo "Subo 4, 5, 6 escalones..." De nuevo Isabel llamo a si madre. Su madre le volvió a contestar que se tranquilizara, que seria el ruido del frigorífico.

Pero la pequeña voz continuo subiendo las escaleras: "Subo 7, 8, 9, 10 escalones y ya estoy en el pasillo", repitió la pequeña voz con una risa sarcástica.

A la mañana siguiente, la madre de Isabel se sorprendió de despertarse antes de ella. Pero pensó en las dificultades que había tenido para dormirse y pensó que estaría cansada. Pero transcurrida una hora le pareció raro que aun no se hubiera despertado, por lo que subió a ver como estaba su hija. La madre grito con terror viendo a su hija ahogada en su propia sangre y apuñalada mas de 17 veces, con el brazo arrancado y viendo a esa pequeña y adorable muñeca de la tienda de antigüedades con el brazo de su hija como sustituto del suyo.

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