Capítulo 8 - Amigos

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Ya habían pasado un par de semanas desde que comencé a estudiar en Inglaterra. Al principio fue difícil adaptarme, además de que aún me sentía muy mal sobre lo que había sucedido.

Después de llegar y conocer a mi compañero de cuarto, dejé las maletas junto a la cama y le di un vistazo a la habitación.

Largué un suspiro y fui a sentarme al borde de la cama mientras veía hacia la nada. Varios recuerdos inundaban mi mente, como el porqué estaba aquí... Recuerdos de él llegaban a mi mente formando un nudo en mi garganta y provocando que mis ojos comenzaran a humedecerse y mi nariz a arder. Me sentía solo. ¿Por qué tenía que sentirme así? Ya no quiero... Nunca más...

Al día siguiente de quedarme dormido pensando en eso me hice una promesa, promesa que planeo cumplir.

Hoy es sábado, por suerte, además de que no tengo ningún pendiente por hacer. Así que, ¿qué debería hacer...?

***

"-itsu... ¡Ritsu! ¡Hey!"

Abrí los ojos de golpe y me senté en la cama lo más rápido que pude. "¿Q-qué sucede?"

"Son las dos de la tarde, te quedaste dormido. Te desperté para que comieras algo."

"Oh... Perdón por eso..."

John suspiró. "No importa, ven a comer." y salió de inmediato.

Me dirigí al baño para empezar con mi rutina diaria para después de levantarme, apresurándome para ir a comer.

"Ten" dijo mi compañero de cuarto mientras me extendía un plato de comida que al parecer él había preparado.

"Gracias..." Le dije mientras trataba de sonreír en agradecimiento.

John hizo un gesto extraño y preguntó "¿Sucede algo?"

Yo sólo lo volteé a ver confundido y respondí "No, nada en absoluto."

"Ajá, claro."

Y ese era John. Aunque llevábamos muy poco viviendo juntos me di cuenta que él era realmente amable y que parecía preocuparse por quienes lo rodeaban. Además de que cocinaba muy bien. A comparación de mí que apenas y puedo hacer un huevo estrellado sin nada de, bueno, sin tantos pedazos de cáscara. Triste, lo sé.

Volviendo a John, yo casi no hablaba con él, la mayoría de las veces era él quien iniciaba una conversación, de las cuales, sólo incluían muy pocos temas personales, así que casi no sabíamos acerca de la vida del otro.

"¡En serio, estoy bien!" Traté de convencerlo, pues a pesar del sueño que tuve antes de despertar, me sentía mucho mejor que cuando llegué aquí.

"No me convences..."

"¡Hey!"

"De casualidad no... Olvídalo." Suspiró y siguió comiendo.

"¿Qué? ¿Qué ibas a decir?"

"Ritsu..." Empezó seriamente "Puedes contarme lo que sea, prometo no juzgarte. Después de todo estaremos mucho tiempo juntos. Me gustaría que confíes en mí. ¡Claro que si no quieres no tienes que decírmelo! Es tu decisión." Terminó, sonriéndome..

"Yo..." Fue lo único que salió de mi boca, Comencé a sentir cómo las lágrimas caían por mis mejillas. Todo lo que había intentado guardar para mí mismo salió. John se levantó rápido y fue hacia mí tratando de darme apoyo, diciéndome que estaba bien si lloraba, que no importaba "Gracias..."

Ese día lloré un buen rato y John se quedó haciéndome compañía hasta que nos quedamos dormidos.

***

"¡Ritsu! ¡Buenos días!"

"Buenos días." Le sonreí.

"Ten." Puso el desayuno frente a mí. Aunque ya era muy tarde en el día para llamarle desayuno.

"Gracias." Empecé a comer.

"Entonces así es como se ve Ritsu Onodera sonriendo. ¡Sabía que debía mantener una cámara a la mano! ¡El perro que vi ayer en la tienda era una señal! ¡¿Por qué no hice caso!?" Exageró.

"Ya, ya. Qué dramático." Lo dije sin malicia.

"Oops." Sonrió.

"¿En serio viste un perro en la tienda?"

"Sip, y era totalmente adorable."

"Huh."

John tomó asiento en la silla contraria a mí y comenzó a comer mientras hablábamos de varias cosas.

***

Fecha de edición: 26/05/2021

Lo Que No Sabes De Mi (Sekaiichi Hatsukoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora