La carta que nunca envié

Capítulo único.

Hoy, 18 de Abril del 2016, yo, Steve Rogers, he optado por demostrarle mis sentimientos a la mujer que amo. No, no se trata de Peggy, que aunque la llegué a amar con todo mi ser... eso desapareció hace mucho, ahora solo la guardo en mi recuero, como mi primer amor; tampoco se trata de Sharon, como muchos lo creen. Ella y yo solo tenemos una relación laboral, aunque me ha confesado que siente una atracción por mí -algo que yo por ella no- y pues lo dejamos en una amistad.

Hoy voy a escribir la carta de cierta pelirroja que se robó mi corazón y ella ni está enterada. Así es, y en esta carta que estoy a punto de escribir... demostrare todo lo que siento por ella, porque ya no aguanto más, y aunque está carta nunca se la entregaré, quiero expresarle mi amor.

Muy bien, comencemos:

Mi querida Natasha

Aún recuerdo la vez que te conocí, claro que me dije que eras hermosa, pero en ese entonces estaba todavía confundido. Acababa de ser descongelado, no conocía a nadie, ni sabía nada del mundo moderno. También extrañaba a Peggy y pensé que jamas lograría soltarme de ella, pero no fue así. Recuerdo que en ese entonces nosotros luchábamos con Loki, cuando todos creíamos que tú y Barton tenían algo, hasta que descubrimos que tenía una familia, aunque bueno, no nos salgamos del tema.

Cuando todos nos despedimos pensé que no te volvería a ver, ya que en S.H.I.E.L.D. había mucho personal con el que me tocaría trabajar, pero no fue así, volví a ver aquellos hermosos ojos verdes.

En un principio pensé que solo me ibas a arruinar las misione, pero después me di cuenta que eras de fiar. Cuando te dije que confiaba en ti, que confiaría mi vida en ti, no mentía, y aún sigo confiando, a pesar de que ahora somos enemigos.

La primera vez que me besaste sentí algo extraño, cierto gusto, pero quería alejar cualquier sentimiento amoroso hacia ti, lo sé, gran tonto. Cuando nos tuvimos que despedir... aunque no lo creas, fue muy duro. Cuando me diste ese beso en la mejilla... me di cuenta de lo que en verdad sentía, un gran gusto hacía ti; un gusto que poco a poco y solo fue creciendo, y se convirtió en un gran amor, algo que no quise aceptar hasta que... te vi con Banner. Tú felicidad me importaba más, pero no podía negar él inmenso nudo que se hacía en mi garganta con solo verlos, me moría de celos, quería arrancarte de sus brazos, pero no podía hacerlo.

Me daba rabia el simple hecho de que te identificaras tan bien con él, el que fueran tan iguales, me daba envidia que fueran tan igual y yo fuera tan diferente a ti. Lo amaste y lo amas tanto, que cuando fundamos "Los nuevos vengadores" todavía seguías llorando por su partida. ¿Sabes que pienso? que si te hubiera amado de verdad no se hubiera ido, pero eso es depende de cada quien.

Me dolía que el dueño de esas lágrimas fuera Banner y no yo -aunque si fuera yo jamás te haría llorar- pero también me dolía verte así, tan destrozada, tan vulnerable, esa no era la Natasha Romanoff que yo conocía. Tenerte cerca me afecto más, porque mi amor por ti creció a tal grado de dar mi vida si algo te llegase a pasar.

Escucharte decir que estabas con Tony hirió mi corazón, quise odiarte pero no pude, simplemente no pude, y me di cuenta que el error fue mío, el pensar que ibas a estar de lado mío fue precipitarme demasiado.

A pesar de que no estés conmigo, yo te sigo amando y sigo confiando en ti. Mañana comienza la batalla, y quería hacer esto antes de ella, para relajarme y desahogarme. Si te enviará esta carta se cual sería tu reacción, nadie sabe de esto que siento. Al único que le confié esto fue a Bucky, y sé que guardare el secreto.

Me despido mi querida Natasha, no olvides que te amo, y esta es carta en la que narro desde lo más profundo de mi corazón. La carta en la que narro desde que la conocí hasta el día de hoy y cuanto he sufrido amarte en silencio. La carta que nunca envié

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La pelirroja leía con lágrimas en los ojos esa carta, esa carta que habían encontrado en las cosas de Steve.

¿Cómo es posible que los dos se amaran en silencio? si, llego a amar a Bruce, pero eso se esfumó cuando él la abandono. Pero con Steve, era diferente, y ahora lo perdió para siempre.

—Natasha, ya va a comenzar la misa.

— ¡No, no quiero! —exclamó Natasha abrazado la carta.

—Nat, tenemos que ir.

Natasha a regañadientes fue a la ceremonia que le habían hecho a Steve. Muchos niños fueron vestidos del capitán América, en su honor.

— ¿Por qué, Steve? ¿Por qué te vas justo cuando podíamos ser felices? Me maldigo por cada día que pase en el equipo de Stark, en vez de contigo.- dijo viéndolo en ese ataúd, sin vida...

Llegaron al cementerio. Ese donde se despidieron la vez que Natasha le dio un beso en la mejilla. Ese mismo. Por última vez observo el ataúd, cosa que la lastimaba aún más, y antes de que lo sepultaran le susurro:

—Adiós, Capitán —comenzó a llorar en el hombro de Clint.

"Esa es la carta que nunca envié" Steve Rogers, 1918-2016