Monday again.

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Lunes. De nuevo la misma rutina de siempre. Aunque con Sarah y Sam quién sabe cual será el espectáculo del día. Cojo mi mochila y salgo de casa. No desayuno, nunca lo hago. ¿Por qué? Mi madre. No se puede estar más de cinco minutos con ella.

Después del Mc'Donals del otro día, me lo pase genial. Vimos una pelicula de miedo en casa de James, una pelicula que no daba nada de miedo, pero los gritos y la cara de James decían lo contrario. Llegué a mi casa muy tarde, mi madre ni había llegado todavía conque me libré de una buena.

Me dirijo a mi taquilla y suelto un par de libros. Pongo rumbo a clases de matemáticas, en la cual tengo un exámen a primera, ¡genial!

Bueno, ahora que lo pienso, los chicos vienen hoy como alumnos nuevos, pero tengo la sensación de que van a hacer como todos y me van a ignorar, ¿o es miedo?

-Buenos días, alumnos.

¿Buenos días? Pero si tenemos un exámen a primera.

-Más vale que no copien.

Entrega los exámenes y se sienta en la mesa.

Vale la pregunta uno es fácil. Un minuto y terminada. El problema dos es más fácil aún. Tres minutos y hecho. Y creo que así hago todo el exámen porque a los quince minutos ya lo he repasado. Todo terminado. Estaba demasiado fácil.

Levanto la mano, el profesor me mira extrañado.

-Digame señorita.

-Emm..pues...veras, ya he terminado.

Me mira con cara de sorprendido. Toda la clase me mira. ¡Genial, ahora también seré la empollona!

-Traigamelo, señorita.

Se lo llevo, lo corrige en menos de cinco minutos. Excepto por un pequeño fallo lo tengo todo bien ¡Sí!

-Wells, vaya a la biblioteca y espere a su segunda clase. Búscame a última hora, después de clase.

-Sí, profesor.

Y me voy de allí. Me paso las dos siguientes horas en clase. Las mismas clases aburridas de los lunes. Por lo menos tengo música a última.

Suelto algunos libros en mi taquilla y cogo otros. ¿Para qué me querrá el profesor de matemáticas?

-¡Hola B! - dice un entusiasmado Jacob alias el chico-malo.

-Hola chicos.

-¿Comes con nosotros B?

Me encogo de hombros.

-Vale.

Llegamos a la cafetería y entramos. Cada uno está a lo suyo y nadie nos presta demasiada atención.

-Haber chicos, esos de allí son los chicos del equipo de rugby- señalé a una mesa situada en el patio- aquellas son las animadoras-estaban en la mesa central de comedor.- Y los demás solo obedecen a los dos grupitos y nadie se mete con ellos. ¿Escslofriante, eh?

-¿Y tu estás...?

-Se supone que yo soy la marginada, sin amigos. La chica que le planta cara a Sarah y Sam.

-Pues ya tienes tres amigos.- dijo el rubio.

-¿Estáis seguros?- pregunte.

-Si- dijo Colin mirándome fijamente.

-Pues haya vamos. Cojan una bandeja, sirvasen la comida que quieran y siganme.

Localizé una mesa vacía afuera. Prefería mil veces mi preciado árbol, más alejado de todo el mundo.

Ibamos caminando hacia la mesa y todos nos miraban y susurraban cosas. Se me esta haciendo costumbre esto.

Nos sentamos y empezamos a comer. Me sentía incómoda.

-Oye chicos, si os quereis marchar o ir a otra mesa podeis hacerlo, sé que es incómodo comer mientras todos te miran.

-Si nos vamos no dejaran de mirarnos. - Jacob

-Además, nos gusta estar contigo. - suelta Colin.

Wow. ¿He dicho ya que estos chicos me caen muy bien?

-Hola chicos.- y aparecio la voz más chillona e irritante que hay en el mundo- yo soy Sarah, capitana de las animadoras.

-Lo sabemos- le corta Jacob alias bad-boy- ¿Qué quieres?

¿Esta siendo estúpido con ella?

-Veréis- dice ella enfadada- si venis con nosotros los populares estaremos encantados de aceptarlos.

-Sólo si viene Rebecca- dice el rubito.

-No, ni hablar. Ella no puede.

-Entonces no.

-Chicos, podéis ir, de verdad. No os preocupeis por mi.- dije mirando a mi comida.

-Si, no os preocupéis por ella, es una perdedora que solo le gusta llamar la atención.

¿Qué a mi me gustaba llamar la atención? ¡Pero si es a ella a la que le gusta hacerlo!

-No le hables así.- dice para mi sorpresa Colin apretando los puños.

-Oh, ¿es tu nuevo novio? ¿Pero no estabas con Connor? El dijo que ya os habías acostado.

Intenté analizar la situación. ¿Connor y yo en la cama? Y una mierda.

Los chicos estaban algo asombrados.

No pienso dejar las cosas así. Me levante bruscamente y me caminé hacia la mesa de Connor y los demás, que estaban viendo la escena como el resto de los alumnos.

Golpee la mesa fuerte con mi puño.

-No te metas conmigo Connor.

-¿Y qué me harás, eh?¿pegarme?

Se me esta poniendo chulito el niño, eh. ¿Quiéren la guerra? Pues la tendran.

Miré a Sam y a Connor con una sonrisa.

-¿Queréis guerra? Pues las vais a tener. Que empiece el espectáculo.

Di media vuelta, cogí mi mochila y me fui de la cafetería. Guerra quieren, pues la van a tener. Tengo un límite de paciencia.

-Becca, espera.

Estaba caminando hacia ningun lado.

-Becca.

-¿Qué?- dije con los ojos llorosos.

Sé que no tengo ningun derecho a ponerme asi de sensible. Pero joder, esque no hay ni un maldito día en el que no pueda estar tranquila. Ni un día en el que no me insulten.

-Tú eres mejor que toda esa basura B- dijo Colin- no vale la pena llorar por ellos. Ven aquí.

Y me abrazo. Lo necesitaba. Necesitaba un abrazo. Necesitaba saber que tenía a alguien.

-Gracias Collin yo...gracias.

Me miró y sonrió. Tomo mi mano.

-Te acompaño a tu siguiente clase.

Burned red.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora