— ¡Por fin mamá! Vamos a llegar tarde, será mejor que te cambies y...
— James, cariño... — dijo con tono cansado la joven al pequeño. — Ha sido un día duro en el hospital y mamá está cansada.
— Pero... ¡Me prometiste que me llevarías a Star Labs! — se quejó James ante la negativa de su madre.
— Seguro que abrirán el acelerador para el público próximamente. Lo organizaremos e iremos entonces, te lo prometo.
— Ya me habías prometido que me llevarías... Hoy. — El pequeño salió corriendo hacia su habitación cerrando con un portazo tras de sí.
— James... — susurró su madre con penumbra.
Aunque James no era consciente, su madre Amy se estaba sometiendo a un agresivo tratamiento de quimioterapia. Meses antes le habían diagnosticado un cáncer de pulmón que si no era tratado de inmediato podría costarle la vida.
Tras la muerte de su marido meses antes, la doctora Amy Krull no podía permitirse el lujo de dejarse marchitar por la enfermedad y el dolor. Necesitaba hacer lo posible por seguir ahí, por y para su hijo. Su pequeño James la necesitaba. Y entonces se dio cuenta. ¿Qué pasaría si la quimio no funcionaba? ¿De verdad quería pasar sus últimos momentos en este mundo dejando que el cansancio la venciera, y separada de su hijo por una puerta? Se acercó a la habitación y llamó con suavidad.
— Me gustaría estar solo... — respondió el pequeño que parecía ya haberse calmado.
— Pero si te quedas ahí no llegaremos a ver como encienden el acelerador... — la puerta se abrió de inmediato.
— ¡¿Lo dices en serio, mamá?! — preguntó con gran entusiasmo.
— Por supuesto, cariño. — contestó Amy con una sonrisa. — Corre a por tu abrigo.
— Gracias mamá. — dijo James qantes de ir a por sus cosas abrazando a su madre.
El trayecto en taxi fue más largo de lo esperado. La expectación creada por el acelerador de partículas había provocado grandes retenciones de tráfico. Pero por suerte para ambos, llegaron justo a tiempo. Amy se apresuró a pagar al taxista.
— No me sueltes la mano, pase lo que pase.
— Pero mamá, y si... — James se vio interrumpido por un hombre que pasó a toda prisa corriendo justo a su lado. Cargaba lo que parecía la funda de un portátil. Lo perseguía un joven casi exhausto. James se apresuró a agarrar con fuerza la mano de su madre. Ésta sonrió complacida.
— Vamos, ya ha empezado el discurso de Harrison Wells.
Consiguieron adelantar algunas posiciones entre la multitud, hasta que consiguieron un lugar en el que ambos tenían visibilidad de todo lo que ocurría en el escenario y las grandes pantallas que los rodeaban.
— ¡La cuenta atrás! — gritó con emoción James.— 10, 9, 8...
Amy estaba disfrutando de cada instante de esta experiencia. Ver a James tan feliz la llenaba tanto de vida. Sin duda, él era su mejor medicina. Y no se arrepentía para nada de haber cambiado de opinión y haberlo llevado. Un ruido la sacó de sus pensamientos.
Algo iba mal. Sus oídos habían quedado taponados por la explosión. Su primer instinto fue coger a James en brazos y salir corriendo, pero fueron golpeados por un hombre que trataba de huir de todo ese caos. Al caer al suelo Amy trató de cubrir con su cuerpo la totalidad de el de James. Ya era tarde para huir, solo podía confiar en que todo saliera bien.
En la actualidad...
— Barry, atraco a mano armada en la segunda con Bridgestone.

ESTÁS LEYENDO
Toxic #RelatoWATA
ФанфикUna nueva metahumana ha aparecido en Central City. Su único objetivo es matar a Flash, y no le importa terminar con la ciudad en el proceso. ¿Sobrevivirá Flash? ¿Podrá salvar a Central City? #RelatoWATA #WATAwards #OneShot