Dulce Tormento

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Desde aquel día, todo cambió, ha pasado tan sólo un lustro desde que nuestra fracción se separó de la otra que todavía poblaba la tierra, y a decir verdad las cosas siguen exactamente como eran antes, no somos más que personas soportando el peso que antes cargábamos, con la diferencia de que ahora, fingimos más estar a gusto. Los últimos habitantes "normales" que poblaron la tierra fuimos nosotros, por ello los sacerdotes que quedaron y que se convirtieron en nuestros gobernantes, decidieron por nosotros que era mejor separarnos de esa gente que surgió con deformidades, o que fue procreada de otros "monstruos".

Nos contaron que las primeras personas, aquellas que vieron la catástrofe con sus propios ojos, culparon a Dios de esto y decidieron relegar a los sacerdotes, personas de fe, o con otro oficio el cual se relacionara con Él, y tras distanciarse de nuestro planeta, en vez de ayudarlo, esclavizaron personas inocentes, lo hicieron con el fin de ser los amos y señores, renegaron de Dios, así que ellos se convirtieron en monstruos, porque sin Dios, no hay vida, al menos eso se nos dice que les sucedió a esas personas. Desde luego esto es verdad, pero quien sabe será verdad que las cosas con aquellos hombres de fe, son mejores que las vidas que llevan las personas que no la poseen. Según los dirigentes, es mejor vivir con la fe y seguir siendo relegados de aquellos inhumanos seres.

Sin embargo, unos trescientos años después que la tierra se convirtió en un horrible lugar para vivir, y surgieron los llamados monstruos, cuando las guerras comenzaron, los entonces sobrevivientes de la masacre de creyentes de Dios ya habían surgido y no hicieron algo para evitar nuevas masacres. Para ellos el tener a uno de esos monstruos era aberrante, así que entre menos de esas creaciones de Satanás existieran, mejor sería la vida para la tierra.

Desde luego se pusieron en una posición un tanto neutral, no se mezclaron en las peleas, pero no ocultaron a las criaturas lejos de las garras del depredador humano. Y cuando aparecieron en el cielo las naves de los enemigos que venían de otro mundo, los dirigentes creyentes no hicieron nada para advertirle a la gente que aquellos que llegaron de otro mundo no eran salvadores, no eran dioses, ni mucho menos eran ese Dios que ellos profesan hoy en día. No quisieron advertirle a la gente, mejor dicho porque ello significaría que negarían la salvación, además de tener que compartir lo poco que quedaba de la tierra en aquellos días.

Hoy en día la gente que vive aquí, en una pequeña colonia lleva una vida de flojera. Según yo tenía entendido, ese era uno de los grandes pecados, uno de los tantos que la humanidad cometía sin esperar tener un castigo. ¿Quién podía darse cuenta que alguien estaba en pleno ocio cuando parecía estar trabajando, o viceversa? Por esa razón, y porque a decir verdad las personas nunca comentan sus pecados verdaderos, a nadie hoy en día le importa lo que su "hermano" hace.

Volviendo al tema de la flojera, digo que la gente suele poseerla porque a pesar de que la mayor parte de la tecnologia se la llevaron los que abandonaron la tierra, nos dejaron una mínima parte la cual progresó y terminó convirtiéndose en esto que tenemos y nos mantiene. Una vida de lujos, comodidades, robots para que hagan lo que tú no puedes hacer, relojes que te dicen la hora cada quince minutos y te recuerdan constantemente que debes hacer una oración en tu casa cada hora que pasa. Ciertamente lo que más preocupa hoy no es tratar de sobrevivir, tenemos cultivos, pero desde luego nosotros no los sembramos, tampoco cultivamos, la verdad es que no hacemos nada más que dedicarnos a orar. Bueno, otros, yo no tanto. Yo creo que la importancia de una oración no se encuentra en cuántas veces lo hagas al día, o cuántas oraciones realices, sino en el fervor con que lo haces y tu propia fe.

Pero la gente, la mayoría piensa que somos vigilados, ya no digamos siempre acosados por la fuerza mayor en la que convirtieron a Dios, un dios que todo lo ve y lo sabe, un dios al cual debemos temerle porque impuso reglas en este nuevo mundo las cuales si no se siguen correctamente nos llevarán solamente a otra catástrofe como la ocurrida hace ya casi quinientos años. Existe un Dios para esta humanidad que siempre nos vigila, no nos protege, no nos alienta, nos vigila de cumplir sus mandatos. Esos mandatos que en realidad fueron creados por los líderes religiosos, nunca vimos que Dios enviara una placa donde nos mencionara lo que debíamos hacer, pero los líderes son incuestionables y ellos escuchan a Dios, así que tiene que ser verdad todo aquello que ellos dicen.

Formas de un ApocalypsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora