Corazones Homicidas

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14:20hrs. Mansión Matsuno. Febrero 2.

Se encuentra de pie mirando aquel cuerpo que yace en el suelo frío cubierto por una bata blanca de una fina tela que nunca podría usar primeramente porque el egocentrismo no era lo suyo exactamente y en segunda por el hecho de que detestaba los bienes materiales inútiles que solo sirven para presumir; ve como del blanco termina una mancha carmín sobre su espalda donde se ha quedado el cuchillo enterrado de una manera profunda que si lo sacaba iba a provocar una hemorragia que no controlaría cosa que no importaba demasiado pero ha decidido ahorrarse el mar de sangre que solo lo llenará de más desgracias de lo que usualmente portaba. Observa su patético intento de dejar un mensaje que lo condenará por su decisión de la cual lastimosamente no podría arrepentirse incluso si eso lo deseara puesto que bajo de esa mascara tiene una amplia sonrisa rota que se alimenta de la sed de venganza que ahora saciaba placenteramente cuando ve como las fuerzas escapan en su mayoría hasta ser la totalidad ¿Qué tan cínico es por haber reído descaradamente cuando ha ganado? Nunca pensó que se vería realmente bien ahí tirado en el suelo como el desperdicio humano con quien se ha involucrado ¿Qué problema mental se había apoderado de su cabeza para haberse liado con esa alimaña?

Ahora puede golpear su mejilla suavemente con el mango de su martillo mientras le escupe las sinceras palabras que describían el bastardo que era en ese pútrido ser que se desplegaba en el dinero de su éxito tan falso. Disfrutaba verlo como un actual difunto pues opinaba que de esa manera era mucho mejor para todos quienes sí seguían viviendo en ese extravagante mundo que te apuñala en la espalda cosa que literalmente ha comprobado/forzado con sus propias manos.

Hubiera deseado quedarse unos segundos más guardando la escena en su memoria no obstante derrochaba alegría pensando en lo que ahora solo va a permitir que se pudra para que los gusanos lo devoren entero hasta ser algo "desafortunado".

Ni siquiera se ha percatado que la tormenta no ha decidido parar en ningún momento incluso cuando se presento en casa con esas extrañas pintas excusándose de que quería jugar un juego tan extrovertido que moriría de tan solo probarlo.

Cumplió su palabra.

¿Y por qué no tomarse su tiempo de pintar ese cuadro tan justo que ha cometido? Tan solo se sentará en la silla que alguna vez uso para seguir bebiendo aquel vino que ha quedado en la copa brindando por los días pasados en los que observo cómo se revolcaba con más de una puta/culo fácil que ha salido bien librado al obtener uno que otro billete de gran valor en sus bolsillos cuando logran desenredarse de las mantas a las cuales anteriormente a quemado hasta que no fueran más que cenizas.

― ¡Policía, abran la puerta!

Bastardo.

Lo ha delatado cuando lo ha perseguido minutos antes de su muerte y la policía ha tomado cartas en el asunto, tarde, pero las ha tomado obligándolo a tener que dejar la copa en su lugar para tener que escapar pero hay un solo inconveniente y es que la cerradura está siendo forzada obligando a que busque la manera de escapar porque si sube a la planta de arriba es seguro su perdición dado que por obra "caritativa" esa mansión no era solo de uno sino de varios trabajadores que le seguían como corderos ingenuos sobre la realidad, sobre que ellos iban directo al matadero.
Juzgarlo como estúpido puesto que cuando apenas se digno por querer escapar por la ventana las puertas han sido plegadas para ingresar a un diminuto escuadrón que lo congelo en ese pequeño cuadro en medio de la puerta y lo que pensaba iba ser la salida de todo ese lío. Solo le queda hospedarse en la escena del crimen como si fuera una estatua que decora el sitio como un arte grotesco que sigue acumulando manchas de sangre en ese traje improvisado que le ayudaría a ocultar toda la evidencia que pudiera delatarlo.

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