Contigo, lo quiero todo. Ahora y Siempre

Capitulo 3

 Hola lectores les traigo mi capítulo tres, espero lo disfruten, gracias por estar aquí.

En la imagen multimedia les presento a la bruja de Victoria. 

LUCIA

Es tarde, decido llamar a Efrén para saber si está por llegar o tardara un poco más, me siento tan cansada que dudo que lo pueda esperar mucho rato.

Su celular repica y repica pero no lo atiende, insisto nuevamente hasta que responde la llamada pero no dice lnada, solo escucho su respiración de repente escucho un golpe seco, como si se le hubiese caído el teléfono de las manos, espero que hable pero la llamada se queda en blanco, no se escucha nada del otro lado, creo que se colgó, vuelvo a marcar y cae directamente a la contestadora. Opto por dejar un mensaje de voz, tal vez está en plena reunión y yo lo estoy importunando, necesito dormir todavía me siento agotada. Por fin me acuesto y caigo rendida.

***

La luz de un nuevo día, se deja colar a través de las persianas, y la claridad reinante en nuestra habitación, hace que me despierte más temprano de lo que en realidad quería.

Abro los ojos con dificultad tratando de acostumbrarme a esa claridad, estiro los brazos y las piernas, me levanto con cuidado para no despertar a Efrén, quien continúa en el quinto sueño y ni cuenta se ha dado de que amaneció. Me dirijo al baño para asearme y decido preparar el desayuno para darle una rica sorpresa a mi novio. Antes de ir a la cocina me detengo en el umbral de la puerta para admirar a mi amor, se ve tan bello, tan relajado, se ve hasta más joven.

«¿A qué hora habrás llegado Efrén?, estaba tan agotada que caí en un sueño profundo y ni siquiera sentí cuando llegaste, solo espero que hoy si vuelvas a ser el mismo de siempre, no sé porqué pero algo me dice que ayer no lo eras y eso me aterra, no tienes idea de cuánto te amo y el temor que siento de perderte aun teniéndote al lado, siento que te tengo y no te tengo a la vez.»

Preparando ya la mesa para servir el desayuno, siento que mi amor me abraza por la cintura.

— Buenos días hermosa ¿cómo amaneció la mujer más bella de esta ciudad? — Me susurra al oído con una voz seductora y ronca de recién levantado.

Sonrío y doy media vuelta para quedar frente a él, le rodeo su cuello con mis brazos, siento mi piel completamente erizada por su contacto, que me despierta sensaciones que nunca pensé que existieran.

— Buenos días mi amor, feliz de estar aquí contigo, me parece mentira — Contesto besándolo profundamente — ¿Tú, como amaneciste? ¿Qué tal la reunión a qué hora llegaste que ni cuenta me di?

Percibo que lo tomó por sorpresa, e inmediatamente se tensa al escuchar mis preguntas, pero trata de disimular su incomodidad.

— Todo bien cariño, muy aburrida ya sabes cómo son las reuniones de trabajo — Contesta sin mirarme a los ojos, veo que se sumerge en sus pensamientos por unos instantes e insisto.

— ¿Estás seguro? Te veo muy pensativo.

— Claro mi amor, son tonterías no me hagas caso, solo recordaba unas cuentas cosas que tengo pendientes — Me da un beso en la frente.

— Sabes me gustaría pasar más tarde, si puedes, por el Instituto donde tengo la entrevista mañana, el pasado martes me la confirmaron por correo, ellos saben mi situación que estaba por mudarme desde otro país y que por eso no pude asistir antes.

— Claro yo te llevaré no hay problema, que bueno que pudiste hacer ese contacto desde allá, aunque ya te lo he dicho más de una vez, no es necesario que trabajes, con lo que ganó podemos vivir cómodamente los dos sin problemas — Me dijo ofreciéndome una de esas sonrisas que me quitan el aliento.