EL ECLIPSE Stheo/Steo/Sciam/Scisaac/Briam

Capítulo 3:

Stiles:

Theo se había parado seguramente él suponía que ya no haríamos nada, nisiquiera yo lo sabía.

Me paré, y quedamos muy juntos, algo no tan bueno ya que ambos estabamos en ropa interior y yo ya lo había rechazado, supongo que espera una respuesta, a esta altura sabía que no me forzaría a nada.

-Stiles, estas ahí? Hey-Hablo ya más alejado.-lo siento, no volverá a pasar-dijo con el señor fruncido.

Alejé todos los pensamientos de mi cabeza cuando note que se estaba poniendo su pantalón junto a su cinto.

Ahora que le diría? Sí, quería hacer esto con él, me estoy comportando de una manera muy rara y cambiante pero el produce esto en mi, confusión!
Él me confunde siempre lo hace, pero ahora tengo en claro lo quiero.

Lo di vuelta ya se encontraba de espaldas a mi, justo por colocarse su remera.

Él se volteó y su remera callo al suelo, realmente no sabía que decirle asique lo único que hice fue besarlo.

Me correspondió, los primeros segundos era un beso suave, afectivo, pero no pasó mucho cuando se volvió más intenso.

Desabroche su cinturón con desesperación y su pantalón calló, deslizándose por sus piernas.

Deslice mi mano desde abajo hacia arriba por todo su pecho.

Y él tenía su mano en mi cintura.

Llevé mis manos hacia su cuello acercándolo para juntar nuestras bocas, él me sujetó más fuerte de mi cintura pegándome a él.

Sólo bastaron unos pocos pasos para que la espalda de Theo chocara con la pared, me tomó por la piernas colocándolas, por segunda vez en la noche, cruzadas por su cintura, se volteó y me apoyó fuertemente sobre la pared haciendo que nuestras entrepiernas chocaran.

Mordí mis labios evitando que salgan gemidos de ellos, era vergonzoso, creo que si no estuviera tan excitado no podría hacer ni la mitad de las cosas.

Hundió su cabeza en mi cuello y su bello facial me hizo cosquillas en la parte inferior de mi cuello y mis clavículas.

Mordió ligeramente mis hombros y clavículas, deslizó su lengua lentamente por toda la extensión de mi cuello haciéndome delirar, y mordió mi nuez, sobresaliente de mi cuello antes de hablar.-No lo contengas, se que quieres hacerlo.-Jadeó.

Sí, si quería.

Meneo sus caderas seductoramente, haciendo que nuestras erecciones se froten, gemí, no lo contube y vi como sonrió.

Me cargó en la posición que estabamos hasta la cama y nos dejó caer a ambos.

Sus manos se dirigieron hasta el comienzo de mis boxers, me miró y asentí dándole un pequeño beso.

Los bajo lentamente, dejándome expuesto, mordiéndose los labios.

Él se estaba quitando los suyos, cuando término evité mirar hacia abajo después de todo seguía teniendo algo de vergüenza.

Invirtió las posiciones dejándome arriba, se estiró, abrió el cajón de la mesa de luz y sacó un condón y lubricante.-Pero.. Co-como lo sabías?-sonrió-Que crees que Lydia me dijo al oído?-negué sonriendo.

Se puso el sobre del condón en la boca y uso sus manos para untarlas de lubricante.

Mordí mi labio, se me estaba haciendo un hábito pensé, me acerqué y tome de su boca el sobre.

Lo abrí y se lo puse.

Sentí el frío estremecedor de su mano, debido al lubricante, bajando por mi espalda.

No necesité demasiada preparación, a pesar de ser virgen, no sabía por qué, quizás por los nervios o la adrenalina, excitación o todas juntas.

Me encontraba sobre él,tomé su miembro y lo acerque ubicándolo en mi entrada y me senté de golpe, algunas lágrimas cayeron y él las limpio con su pulgar.

Permanecimos de esa manera, conectados por unos momentos, y cuando me sentí listo comencé a moverme sobre él al principio lento y pausado y luego más y más rápido.

Ambos gemíamos simplemente era una sensación nueva y extraordinaria, y joder, se sentía tan bien.

Sus manos en mis caderas me ayudaban a mantener el mismo ritmo y mis manos en su pecho impulsándome.-Ahh, Theo jo-der.-en un rápido movimiento invirtió las posiciones y él se encargó de penetrarme.

-Me encantas Stiles,-susurró en mi oído, para luego morderlo sin dejar de moverse dentro de mí.

Mi miembro, tras cada embestida se frotaba contra el abdomen de Theo.

Estaba cerca sentía el hormigueo en mi vientre, mi manos fueron a parar a la espalda de Theo, apasionando dejando futuras marcas.

Ambos aceleramos los movimientos, Theo me tomó con su mano y luego de unos pocos minutos se corrió en el condón, moviéndose lentamente prologando su orgasmo, y yo me corrí seguido de él.

Salió de mí y se quitó el condón.

Me abrazó besando mi cabello, y minutos después sentí su respiración tranquila y pausada, no había necesidad de hablar sobre nada, las cosas habían quedado más que claras, yo también tenía sueño así que cerré mis ojos y caí rendido.