Maldicion

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Era una noche de Luna llena y las calles desoladas esperan tranquilas a la masacre que pronto tendría lugar.

Siento mucho dolor al rededor de todo el cuerpo y va en aumento, aumenta tanto que empiezo a gemir de dolor. Intento levantarme pero tengo los músculos inamovibles, respiro fuerte y llegó a notar olores que jamás pensé que podría llegar a captar. Unos minutos después sigo en el suelo casi cegado aunque haya poca luz, mis ojos se adaptan y el dolor empieza a rescindir, me levanto a duras penas y camino poco a poco por mi cuarto parándome delante del espejo que llega desde el suelo hasta el techo y me quedo sin palabras, tan impresionado que caigo inconsciente... O eso creo...

A la mañana siguiente me despierto sin un ojo en el hospital y con un trozo de cuchillo entre costilla y costilla. Intento levantarme de forma inútil ya que los médicos me habían sedado para que no les opusiera resistencia.

-No lo vas a conseguir- oigo mientras entra un tipo raro en bata blanca a la habitación -¿que coño ha pasado?- susurro a modo de pregunta- un animal gigante a atacado la ciudad y nadie que lo haya visto a sobrevivido, excepto tu, claro -responde con un matiz de tristeza- tus heridas eran tan graves que todos pensamos que ibas a morir pero demostraste gran capacidad de aguantar la muerte, pero hubo pérdidas irreparables. Descansa, en dos días saldrás de aquí-

Pasados los dos días salgo de allí con muletas y un ojo de cristal. Cuando llegó a casa obsérvo un montón marcas de garras como si un oso, un lobo o un tigre hubiera intentado salir por todos los medios. Y mi ventana me decía que lo había conseguido.

I'm WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora