Todo había acabado, la vida tal y como la conocemos ya no existía. Él había acabado con todo. Los animales exterminados, los bosques erradicados, las ciudades convertidas en ceniza... Ya nada podía arreglarse,ya, ni siquiera me acuerdo de como era él sol. Esa supuesta esfera tendida en el cielo que nos ofrece calor. Pero ya no está: las nubes lo cubren todo.
Recuerdo el momento en el que todo sucedió, los edificios derrumbándose, las personas corriendo sin dirección.
Tras un devastador temblor, que provocó él derrumbamiento de un pequeño edificio cercano, mi cuerpo, paralizado por el temor y el frío, no pudo reaccionar ante el inminente impacto, quedando atrapado bajo los escombros.
Días después, un derrumbamiento dejó a la vista una pequeña y delicada salida, por la que tuve que salir reptando.-Pero abuelo, ¿quién provocó todo este desastre?¿Un terremoto?¿Un meteorito?-Preguntó con gran curiosidad-.
-El ser humano...